León, Gto.- El Barrio de El Coecillo está lleno de historias de León, pero justo es la esquina de la calle Baños y Malecón del Río, una de las más emblemáticas de la ciudad de la que poco se ha hablado. Ahí se encuentra El Bordo, una de las zonas de tolerancia más antiguas en el municipio.
Incluso no hay información oficial en el Archivo Histórico de León que avale la historia de este inmueble que es muy famoso entre las y los leoneses. Sin embargo, la Organización Editorial Mexicana (OEM) acudió al lugar a entrevistarse con personas de antaño que recuperaron esta historia.
Justo antes de que llegara “El Bordo" en los años 70, a un costado había una vecindad de la que también vamos a rescatar parte de su historia, la conocían como “La Peni” porque la asemejaba con la fealdad del Palacio de Lecumberri, que fue una penitenciaría en 1976, ubicada en la Ciudad de México.
En “La Peni” nació “El Charchai” quien junto a don Pacho nos ayudó a reconstruir parte de esta historia.
“El Bordo”
Antes de llegar al Malecón del Río casi esquina con la calle Baños, la zona de tolerancia en León se encontraba en la esquina de “La Llamarada”, donde en la actualidad se realiza “La Quema” de Judas todos los Domingos de Resurrección.
“Anteriormente la zona no estaba aquí, estaba en lo que es La Llamarada, que viene siendo la calle Amado Nervo y Hermanos Aldama, en la Gutiérrez Nájera, esa era la zona. Cuando se lo trajeron para acá fue a principios de los 70”, platicó el Charchari.
Sin embargo, hace casi 55 años quienes saben recuerdan a “La Japonesa”, “La Cabernaria”, “La Canica”, “La 7 Bofes”, “Pachita”, la “Gurrumina”, “Mariquita”, “Teresita” como el primer grupo de mujeres que llegó a “El Bordo” del Malecón y así fueron pasando decenas de mujeres que han trabajado en ese punto.
“Una pulquería”
En la esquina, donde en la actualidad don Pancho tiene su taller de marroquinería, estaba una pulquería muy famosa en esos tiempos, pero contrario a ello, eran pocos los hombres que tomaban esta bebida; la mayoría prefería las llamadas “bombitas” que eran alcohol etílico con medio refresco Jarrito del verde.
“Lo que se consumía eran las bombas, que era alcohol con refresco, lo agitaban y había muchos borrachitos tomando afuera. En ese tiempo, los patrulleros toleraban más y de lo que me acuerdo es que se murieron como unos 40 de puro alcohol, no de pulque”, agregó el vecino.
Ahí se juntaba “El Profe”, “El Torero” y “El Perro”, este último un hombre que hizo un mural en ese local que hasta la fecha es conservado por don Pancho.
“La Peni” desapareció en los años 80, tampoco queda nada de la pulquería, pero “El Bordo” sigue y más modernizado que nunca, pues en una de sus tres divisiones, quienes saben, platicaron que hay pantallas y hasta servicio de internet para que los clientes se sientan cómodos.
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