León, Gto.- La estatua que fue develada durante la conmemoración de los tres años del fallecimiento de Juan Pablo II ubicada en el atrio de la Catedral Metropolitana de León luce sucia y abandonada.
La representación del pontífice mide 3.5 metros de altura y fue construida con llaves, objetos de cobre y dinero donado por los creyentes para rendirle tributo Karol Józef Wojtyła, sin embargo ahora luce apagada, sucia, sin flores y con heces de palomos.
Recién instalada, acudían cientos de devotos a orar a este monumento con fe y esperanza tocaban sus pies e incluso en la mano izquierda colocaban pulseras y en debajo de sus pies había hasta fotografías.
El monumento anteriormente brillaba no tenía polvo y los fieles llenaban la base de cantera de veladoras y arreglos florales y hasta cartas para agradecer favores o para pedirle un milagro.
El papa Juan Pablo II dejó una huella imborrable en los leoneses y es que en enero de 1979 durante su primera visita a México, sobrevoló la montaña del cubilete para visitar a Cristo Rey.