León, Gto.- Los Delfines son seres que poseen inteligencia, sociables y crean lazos de conexión con los humanos, además ayudan a mejorar la calidad de vida de niños y adultos a través de terapia y son mamíferos marinos.
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En el bajío existe solo un centro de conservación ubicado en un balneario sobre la carretera Silao-León en el que acuden personas de Guanajuato, Coahuila, San Luis Potosí, Veracruz, Zacatecas, Aguascalientes y del extranjero como Colombia, Alemania, Rumania y Estados Unidos para recibir delfinoterapia, principalmente personas que padecen complicados problemas de salud, enfermedades crónicas y de orden psicológico.
En dicho centro las actividades que realizan los delfines están autorizadas, reguladas y supervisadas por la Norma Oficial Mexicana NOM-135- Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales-2004.
“Debemos estar orgullosos de lo que tienen en el estado de Guanajuato porque es un centro en el que apoyamos a los niños con discapacidad a través de delfines”, mencionó Estefany Vázquez, especialista en mamíferos marinos y coordinadora del área delfinoterapia.
Resaltó que todos los centros de conservación son importantes debido a los cuidados que se les tiene a cada uno de los ejemplares, con esto se busca la preservación de cada uno de ellos y sobre todo fomentar el cuidados ya que el centro tiene el objetivo de ayudar a personas con alguna discapacidad a través de un programa que es el de la delfinoterapia.
¿Qué es la delfinoterapia?
Explicó que es una neuroestimulación, es decir los sonidos y vibraciones que emiten los delfines impactan directamente con el área cerebral del paciente, entonces esto va a generar una respuesta positiva en el organismo tanto fisiológico como emocional.
“Todas las personas pueden tomar terapia porque tenemos un área cerebral y unos puntos de trabajo en esas zonas, pero sin duda son una alternativa para pacientes que tienen alguna discapacidad aunado a las que llevan en casa, hemos visto cambios impresionantes del 100 % que nos visitan el 99.9% ven algún cambio físico, fisiológico o emocional, hemos visto que chicos dan sus primeros pasos, que han dicho sus primeras palabras”, señaló.
¡Conócelos!
Oceanía, América y Bono son tres ejemplares de la especie delfín trompa de botella (Tursiops truncatus) y nacieron con Doctor Dolphin, es decir, están acoplados con la interacción con el ser humano; el más grande mide 2 metros 20 centímetros y la más pequeña 1 metro 80 centímetros.
Se alimentan de tres tipos diferentes de pescado: capelin que les da hidratación, arenque que les aporta proteína y la sierra, su dieta está valorada entre los ocho y diez kilogramos de pescado para cada uno de los ejemplares.
Indicó que en Doctor Deolphin apoyan a personas que no cuentan con recursos, para poder acudir a este tipo de delfinoterapia del cual se apoyan en un programa con el cual se forma un equipo de ayuda en apoyo de niños o personas adultas y sectores vulnerables que no puedan solventar por sí solos el costo de adquirir algún tratamiento.
Datos curiosos
Los delfines no duermen, es parte de su naturaleza, esto es porque tienen que respirar a base de pulmones.
“No son peces son mamíferos marinos, su primer alimento al nacer es leche materna y tienen que respirar por pulmones y no por branquias, por eso tienen que hacer una respiración controlada y al estar en el agua su área cerebral no les da respuesta, en realidad cuando baja la luz del sol descansan un hemisferio para dotar la mente de toda la energía y de lo que necesita y la otra siempre va estar alerta para su proceso de respiración”, explicó Fany.
Testimonio
“Los Delfines ayudaron a mi hijo”
Leticia Nereida Zamora Ovalle, es una mujer de escasos recursos, es mamá de un niño de cinco años que padece trastorno del espectro autista.
Ella llegó con Doctor Dolphin desde Real de Catorce, viajó cinco horas para que el menor tomara terapia con Oceanía, América y Bono.
“Mi hijo era agresivo, no dormía, era imperativo y siempre teníamos que estar al pendiente de él, no le gustaba el agua y batallábamos para bañarlo”, dijo Leticia.
“Ahora me voy contenta y agradecida con el equipo porque mi hijo ya es otro, ya duerme, no es agresivo y solito se mete al agua, ya no grita como antes”, platicó.
Mencionó que fue a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de San Luis Potosí que llegó al centro de conservación con el objetivo de brindar una mejor calidad de vida.
Con lágrimas en los ojos narró que tiene cáncer de mama y su única preocupación es su hijo por eso hace todo por que reciba atención y terapia.
“Si yo muero que va a ser de mi hijo, quiero que mi niño se pueda valer por sí mismo, que no sufra, tiene a su papá y demás familiares pero no me tendrá a mí y por eso pongo todo mi empeño para que salga adelante”, dijo.
Platicó que su hijo en cuatro días debido a la delfinoterapia, logró lo que ni una otra rehabilitación había logrado, que fuera un niño más calmado, durmiera y perdiera temor al agua.
“En Real de Catorce no hay mucha agua, pero el primer día que recibió terapia le dio una crisis y enseguida se calmó, fue por los delfines, ahora se la pasa en el agua, le encanta”.
Señaló que gracias a la delfinoterapia su mente está tranquila porque los mamíferos marinos lograron un cambio en su hijo Adriel.