León, Gto.- Lo que en sus inicios fungía como un vaso de almacenamiento de agua y después como una medida preventiva de inundaciones, en la actualidad, a 70 años de distancia es conocida como la Presa El Palote, declarada Área Natural Protegida en el 2000 y apta para extraer agua para consumo humano desde el 2009.
La historia de la presa El Palote se remonta a noviembre de 1953, cuando se colocó la primera piedra para su construcción, bajo un proyecto realizado por el ingeniero Elías González Chávez, vocal de la Comisión Lerma-Santiago-Chapala.
De acuerdo con información del Archivo Histórico Municipal de León (AHML), en el artículo “Antecedentes históricos de la Hacienda El Palote”, escrita por el historiador Carlos Arturo Navarro, los leoneses dieron la primera aportación de 250 mil pesos para la construcción de este megaproyecto de agua.
En septiembre es su aniversario
La misma historia registrada de forma oficial cuenta que su construcción terminó 10 meses después, es decir, en septiembre de 1954, por lo que este mes que está en curso cumple 70 años de existencia.
Según los escritos de don Carlos Arturo Navarro, previo a su construcción se realizaron estudios para tomar en cuenta espacios adecuados y la superficie, pues se cuenta que de primera instancia, la obra sería un vaso de almacenamiento con capacidad de 30 millones de metros cúbicos de agua.
El gobierno de aquella época tenía como finalidad que la presa fuera utilizada para la población y la industria, aunque después se consideró como una medida preventiva contra las inundaciones. En su momento también se dijo que la presa daría agua para la agricultura y comprendería cuatro ríos afluentes del Turbio, mediante la construcción de un canal de 20 kilómetros.
En los diagnósticos de aquella época también se arrojó que la zona de la presa ocupaba una cortina de dos kilómetros de ancho por 20 metros de alto.
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Se ha secado en cuatro ocasiones
En su historia no todo ha sido miel sobre hojuelas, pues en las siete décadas de existencia y pese a tanta agua que ha brindado a los leoneses, se ha quedado completamente seca hasta por debajo del subsuelo en cuatro ocasiones.
La primera ocasión que se tiene un registro de una sequía es del 1967-1968, mientras que una segunda ocasión se dio de 1999 al 2000.
Sin embargo, del 2011 al 2012 fue una de los agotamientos de agua más severos, pues considerando que ya se tomaba agua para consumo humano de la presa, las autoridades pudieron retomar esa práctica para brindar el servicio hasta el 2013.
Un dato curioso es que debido a la desesperanza de la población, a la sequía de las plantas y muertes de animales, los representantes de la iglesia católica en turno, han oficiado misas desde la presa para pedir por un buen temporal.
Este acto religioso no fue la excepción este 2024, cuando el entonces arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, ofició una misa para que lloviera en la ciudad luego de que la presa se secó en su totalidad desde mayo del año en curso.