León enfrenta un serio problema del alza de casos en jóvenes que consumen alcohol y drogas y que acuden al templo a jurar para abstenerse de continuar en el vicio, ya que cuando flaquean de voluntad solicitan el apoyo religioso para alejarse de este por tal motivo se han impreso libros de apoyo, informó el rector de la Catedral Metropolitana de León, Antonio Borja Vargas.
El padre Borja Vargas comentó que aunque no hay edad para hacer juramento, asombra a la iglesia la cantidad de adolescentes de 15 años que acuden para realizar promesas para dejar las drogas y el alcohol.
En los adultos mayores sus juramentos son para renunciar al cigarro, al vino y hasta abandonar los juegos de casino.
Todo el año se puede acudir a la iglesia a realizar un juramento, sin embargo en la Semana Santa que es una época de reflexión y unidad es cuando los creyentes más acuden para desistir de sus vicios.
“La gente jura de algo que le está quitando la libertad que le está generando esclavitud y que le la está haciendo dañando y que en consecuencia le causa daño a terceros”, mencionó Borja Vargas.
El juramento
El rector añadió que el católico que hace el juramento pone por testigo a Dios para que le ayude a vencer la acción de vicio, “por eso hay un mandamiento en la iglesia que dice no jurarás el nombre de Dios en vano, cuando se hace una promesa y se corrompe se incurre en ese pecado y se pone por testigo al señor una mentira”.
Por tal motivo se imprimió una promesa que tiene el objetivo de que más de un recuerdo sea el respaldo físico donde se coloca el nombre de la persona, fecha y tiene una oración, una vez realizado el acto se firma y como testigo un padre también lo sella lo sella.
“Cuando vienen los fieles a jurar llegan dolidos y derrotados y llegan a la Catedral porque han querido dejar el vicio y no han podido”. Finalizó