León, Gto.- En León hay una cabaña hechizada, ahí las leyes de gravedad son desafiadas pues ocurren fenómenos sorprendentes, los objetos caen para arriba además, es casi imposible levantarse de la cama a causa de la gravedad y se puede sentar con una silla en la pared ¿increíble no?
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Cuenta la historia que vivía un hombre conocido como “Tío Búfalo” en una cabaña ubicada en el Zoológico de León quien era cazador, al inicio lo hacía por necesidad, al pasar el tiempo se convirtió en diversión y este acto lo hacía por atracción.
Hasta que un día se encontró con el animal menos indicado Bruno, un águila considerada sagrada al cazarla este le lanzó una maldición al Tío Búfalo y su cabaña sucediendo cosas extrañas y misteriosas desafiando a la propia naturaleza.
El Tío Búfalo aprende la lección y se vuelve un promotor, educador y conservador de la vida silvestre.
Sin embargo, para los visitantes del ZooLeón es una gran experiencia acudir a la tradicional cabaña rústica inclinada hecha de madera y cemento ubicada en un espacio de 20 por 15 metros y tiene un recorrido que dura alrededor de 10 o 15 minutos.
Esta choza juega con la óptica de la gente por la forma como está construida, ya que estamos acostumbrados a ver ángulos planos y el cerebro es engañado.
“Al estar inclinada y jugar con ciertos acomodos hace que nuestro cerebro siga viendo en un plano horizontal, no violamos ningún principio físico, es imposible”, mencionó David Rocha, director del Zoológico.
El titular explicó que la cabaña tiene más de 35 años y es un concepto de América que adoptó México y su nombre era “Cabaña del Tío Chueco” y de ahí se replicó a varios lugares entre ellos el Zoológico de León.
“El nombre de Búfalo lo obtuvo por la importancia que tiene el Buffalo Bill en el Zoológico que era uno de los personajes más icónicos y desarrolló todo un concepto dentro del parque y por ello decidieron recordarlo de esta manera”, comentó.
Visitar la cabaña se ha vuelto una práctica inolvidable para turistas, el costo para ingresar es de 18 pesos, al rebasar los 85 centímetros de altura el visitante paga acceso.