A Cristina Ayala Gómez, le tocó ver como vacunaron a sus abuelos y papás, se tuvo que mudar de un salón de clases a su recamara para continuar su ciclo escolar.
Llegó su turno
Con 12 años cumplidos, llegó el turno de ser vacunada. La primera en comunicárselo fue su mamá, le avisó que ya la había registrado para que recibiera la vacuna, a lo que la adolescente le respondió que le daba miedo y no quería ir ¿Qué la vacuna para que le iba servir? Se le explicó que sí se llegaba a enfermar de Covid-19 con la vacuna le daría más leve, que de todos modos se tiene que seguir cuidando, pero la vacuna la iba proteger.
“Nosotros como padres le explicamos que es por su bien y que no se sienta mal en un futuro”, señaló su mamá Renata Gómez.
Asiste con miedo
Aún con miedo y no convencida del todo, Cristina fue de las leonesas que acudió a su vacuna, su papá fue quien la llevó a la vacuna, la adolescente se animó a ir porque una de sus primas, también asistió y las dos se apoyaron para calmar un poco los nervios.
Fueron a la CODE ubicado en la Deportiva León 1, en su experiencia, la familia cree que la organización para esta jornada ha estado bastante organizada, no les tocó fila y afortunadamente pasaron muy rápido. Decidieron ir cuando Cristina salió de clases y llegaron al punto de vacunación a las 3 de la tarde y a las 3:18 pm, ya estaban sentadas en espera del biológico, y a las 3:38 ya estaba vacunada.
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Sin síntomas
A 12 horas de la vacunación, Cristina compartió a este medio que solo tiene dolor en el brazo, de ahí en fuera no tiene ningún síntoma.