León, Guanajuato.- Daños por cirugías plásticas mal practicadas son irreversibles y se tiene que castigar a los responsables, señaló Gustavo Jiménez, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos en el estado de Guanajuato.
En nuestro país, el 93% de los pacientes que se practican una cirugía plástica son mujeres y el 7% restante son hombres, en dado caso de haber fallas por malas prácticas, usurpación de funciones o capacitaciones inexistentes rara vez se denuncia.
La causa de que la existencia de denuncias sea nula, es porque los pacientes se sienten culpables o así los hacen sentir por la práctica de belleza o reconstrucción que les practicaron por ser una opción fácil y barata, advirtió, Gustavo Jiménez, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos del estado de Guanajuato y miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica.
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“En el estado (Guanajuato) pasa todos los días, pasa a todas horas que en el estado hay mujeres y personas engañadas por individuos que dicen ser cirujanos plásticos y no lo son, sin escrúpulos, sabiendo que no tienen la capacidad para llevar a cabo una cirugía o un procedimiento, están engañando a la gente”.
“Es un crimen porque es actuar con dolo, si yo sé que no tengo la preparación adecuada para llevar a cabo un procedimiento y sobre todo resolver una complicación o una eventualidad que puede surgir del procedimiento pues esto es actuar con dolo”, indicó Gustavo Jiménez López, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos del Estado de Guanajuato.
La cirugía plástica no es barata
La belleza es cara y más ahora con la constante de bombardeos publicitarios de productos o procedimientos para llegar al el fin que cualquiera busca, verse mejor en el exterior y por optar por lo barato puede salir muy caro.
“La cirugía plástica debido a los estándares de seguridad que debe de tomar en cuenta no es barata; nosotros sabemos que cuando algo suena demasiado mágico; no es real; nuestro deber es alertar a la gente de que esto no existe”, explicó Gustavo Jiménez López, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos del estado de Guanajuato.
Señaló que por tratarse de países del tercer mundo en su caso México, los daños pueden ser más graves que en los del primero, donde las prácticas también existen comúnmente por llamarlo de algún modo.
Daños
La muerte es una de las consecuencias en las malas prácticas de pseudo médicos cirujanos plásticos, lucradores con las ilusiones de la gente y que pueden desarrollar deformidades o daños agresivos al cuerpo por dentro y por fuera.
Enfermedad por modelantes, algo incurable indicó Gustavo Jiménez, “es inyectar sustancias extrañas que no son biocampatibles, que no tienen los permisos adecuados y que generan una respuesta inmunológica en el cuerpo del paciente, desarrollando una enfermedad incurable”.
Las deformidades estéticas permanentes como consecuencias es lo habitual y en los mejores casos, a la postre requieren procesos de reconstrucción, porque la cirugía estética y reconstructiva no se pueden separar.
Deformidades y riesgos sanitarios severos por la aplicación de productos no están regulados, que no tienen permiso y que ponen en riesgo la salud y la integridad de las personas
Para que un producto sea serio debe de tener el aval de la FDA americana y el permiso en México de Cofepris, este último organismo que regula clínicas, medicamentos y médicos en general.
En el caso del busto una de las partes que más intervenciones tienen, de ser deficientes y carentes de regulación, los daños de reconstrucción de las mamas pueden ser similares a las de un cáncer.
Hospitales involucrados
Como lo comentado por Gustavo Jiménez debe haber regulaciones por los procedimientos a realizar pero con fines de lucro hospitales están dando pie a prestar sus instalaciones para estas prácticas.
“Hay muchas clínicas seguras que están dando pie a que estos personajes puedan intervenir, de entrada un hospital certificado, serio, no admite gente que no sea especialista, médicos serios que presenten su documentación adecuada, para poder ejercer su ramo de la medicina”, indicó Gustavo Jiménez.