Hoy los leoneses veneran a su Santa Patrona, la Virgen de la Luz, y para ello durante el día tiene preparado un sinfín de actividades que comenzarán a las 6 de la mañana con las tradicionales mañanitas en la Catedral Basílica de León.
Su imagen yace al interior de este templo, ubicado en el centro de la ciudad, donde al año recibe a miles de fieles que la visitan para pedirle algún milagro o para agradecerle algún favor cumplido; pues a ella, como madre, se le atribuye que León haya salido librado de desastres naturales y pandemias.
La imagen original proviene de la ciudad de Palermo, Sicilia; su hogar es el altar mayor de la Basílica Catedral de esa ciudad. La leyenda cuenta que un sacerdote jesuita, P. Antonio Genovesi deseaba tener una imagen de la Virgen que lo acompañara a las misiones, pidiéndoselo a la misma Madre Santísima de la Luz.
Incluso, el padre fue el que mandó realizar en 1722 la pintura de la Virgen, por petición de una devota mujer vidente a la que se le apareció la Madre, rodeada de nubes, ángeles y en sus brazos cargaba al Niño Jesús, solicitándole el deseo de ser plasmada en un imagen; el pintor decidió agregar algunas aportaciones como una media luna a los pies de la Virgen y el vestido de color rojo, en vez de blanco.
La pintura le fue presentada a la Santísima Virgen, pero no fue de su agrado y para volver a realizar la imagen se ofreció estar presente frente a la mujer vidente y esta a su vez dirigiera al artista durante la obra. Al terminarla, la Virgen dispuso que se le invocara con el título de Madre Santísima de la Luz, bendijo el cuadro y aseguró colmar de bendiciones a quien la honrara e invocara bajo su nombre.
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En su visita a México, los jesuitas deseaban dejar la imagen de la Virgen en algún templo de la compañía, sin embargo otras comunidades deseaban lo mismo, por lo que el proceso se realizó mediante un sorteo; en dos ocasiones salió el nombre de León, pero no se estaba conforme con el resultado y en un tercer intento, León nuevamente salió favorecido, por lo que se optó por dejar la imagen en la Villa de León.
Desde el 2 de julio de 1732 la imagen de la Santísima Madre de la Luz se quedó en esta ciudad, que año con año le festeja a lo grande. Para el 23 de mayo de 1843, la Virgen fue nombrada Patrona de la ciudad de León, pues su protección hacia sus habitantes había sido notable.
Fue en 1888 que León fue víctima de los desastres naturales, al haber vivido una fuerte inundación que causó más de 200 pérdidas humanas y graves pérdidas en el patrimonio de los leoneses. Se habla de la destrucción de 117 manzanas con 2,232 casas, dejando en la miseria a 5 mil familias.
Desde ese entonces, se le atribuye a la Virgen la bendición que realizó a León para poder levantarse de la desgracia y seguir hacia adelante; años antes también había vivido una epidemia de cólera, que entre 1833 y 1850 atacó, dejando afectaciones en su población.