Son muestras de fe plasmadas en las esquinas de los barrios y colonias populares de León. Particularmente, en el legendario Barrio de San Miguel varias de sus fachadas son adornadas con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Es un barrio religioso pero que ha sido marcado por la violencia en los últimos años.
Todas son pintadas por artistas urbanos, adornan fachadas de las casas, de los negocios e incluso son plasmadas en memoria de alguien que falleció, la mayoría de las veces de manera violenta.
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Fervor guadalupano en las paredes
Las representaciones gráficas de este fervor guadalupano, se incorporan a las texturas y rugosidades de las paredes. Después, la lluvia, la contaminación, las marcas de los grafiteros y las grietas van agregando, con el paso del tiempo, un raro barniz que le da apariencias misteriosas a la reina de México.
En las pinturas, a veces la virgen cierra los ojos, o bien frunce el ceño y observa con sorpresa a los transeúntes. La boca sufre también cambios espectaculares y revela expresiones inquietantes, por lo regular, las manos siempre están juntas en su pecho, aunque en ocasiones son abiertas.
Tradiciones y pandillas
El Barrio de San Miguel, es de las primeras colonias de León, anteriormente se formaron en sus calles varias bandas y pandillas, como “Los Panchos”, “Los Cerezos”, “Los Pingüinos” y “Los Niños Pobres”. Las noticias dieron cuenta en innumerables ocasiones de las peleas entre ellas y los saldos mortales que tenían.
Al mismo tiempo, este lugar de León fue conocido por sus tradiciones y festividades, como el tradicional viacrucis que es una de las máximas representaciones del calvario de cristo en la ciudad.
37 asesinados
En los últimos cinco años, el crecimiento en el consumo de drogas en la ciudad, ha provocado muchos homicidios en el barrio. En este año 2020, en sus calles han sido asesinadas 37 personas, entre hombres mujeres y menores de edad, todos ellos vinculados de manera directa o indirecta con el crimen organizado.
“Viva voz”
“Somos un barrio creyente, religioso, somos católicos, lamentablemente los hijos crecen, se juntan con diferentes personas y se involucran en un abrir y cerrar de ojos, se alejan de sus familias y también de Dios y así es como muy seguido vemos asesinatos en la zona”. Juana María, vecina de San Miguel.