León, Gto. Visiblemente conmovido por la última decisión tomada por el arzobispo de León Alfonso Cortés Contreras, el sacerdote les compartió a los vecinos del Barrio Arriba la presentación de su renuncia al Papa Francisco que emitió el viernes como un derecho canónico al cumplir los 75 años de edad.

Cortés Contreras llegó a dicho cargo en marzo del 2013 a cubrir el lugar que dejó el entonces arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, por lo que recientemente acaba de cumplir nueve años como líder de las iglesias en León.

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Fue con los vecinos del Barrio Arriba, previo a la misa jubilar de la Parroquia del Señor de la Salud, donde Cortés Contreras explicó algunos detalles sobre su renuncia. Y recordó sus inicios en el seminario, pues ya tiene alrededor de 65 años de dedicarle su vida a Dios.

“Desde los 11 años 7 meses entré al seminario, toda la vida, yo ya le puse, como le hacemos los obispos, le puse una carta al Santo Padre de renuncia y entonces ya cuando el Santo Padre conteste, contesta generalmente que sí acepta la renuncia, pero que continúe mientras nombran al otro”, comentó.

Los feligreses que lo escucharon lo felicitaron por su trabajo que ha hecho en León y por la decisión recién tomada, aunque aún falta la definición del Vaticano, por lo que explicó que por los siguientes tres meses aún seguirá como arzobispo en lo que nombran a uno nuevo.

“Mientras nombra al próximo arzobispo yo aquí sigo con mucho gusto, después de que nombren el arzobispo ya vendrá él, le daremos gracias a Dios y a lo que sigue, a lo que sigue primero Dios”, agregó.

Alfonso Cortés Contreras no emitió más información sobre sus próximos proyectos y sólo comentó que dejará su destino en manos de Dios como lo ha hecho a lo largo de su vida.

El Papa Francisco hará un viaje a Canadá y se espera que una vez que regrese al Vaticano tome una decisión sobre el destino del monseñor.

Alfonso Cortés Contreras nació el 20 de julio de 1947 en Michoacán y cursó sus estudio eclesiásticos en Monterrey donde recibió su Ordenación Sacerdotal y se hizo amigo de uno de los sacerdotes jesuitas asesinados en una comunidad de Chihuahua.

Durante los últimos años permaneció en León donde creó alianzas con el gremio empresarial, político y social de la ciudad como una personaje importante en la toma de decisiones que inducen al rumbo de una de las ciudades más importantes de México.