León, Gto.- Aretes, brazaletes, collares, aplicaciones para accesorios y prendas o figuras forradas, son algunas de las artesanías huicholes que están llenas de color, tradición folclor y orgullo. Sus artesanos son dignos representantes de esta popular actividad que ha trascendido fronteras.
En León, una de ellas es Marcela, originaria de Tepic, Nayarit , pero que desde hace nueve años, radica en la ciudad de León y quien enamorada de sus raíces y de las artesanías huicholes, decidió emprender con esta hermosa actividad, para llevar un poco de la cultura de su tierra a otros lugares.
“Cuando me vine a vivir a León, valore mucho más el arte huichol, yo iba a visitar a mi tierra y cuando regresaba, traía algunos accesorios, para mi uso personal, entonces comencé a ver que a las personas les gustaba y me propuse el hacer cosas sencillas, como aretes o brazaletes y así fue como comencé, mi meta ahora es comprarles a los artesanos de las comunidades de Tepic y yo traer su trabajo y comercializarlo aquí”.
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Arte ancestral pero también regateado
El arte huichol es ancestral, que tiene su origen cuando los chamanes huicholes, ingerían peyote, denominado por ellos mismos como el cactus sagrado, que los hacía franquear el umbral de los desconocido y relacionarse así con lo divino, es por eso que las imágenes o los patrones, tienen una combinación de colores inigualable.
Lamentablemente, es un arte muy regateado, pues aún no es valorado por turistas y compradores. “Es una actividad en la que necesitas mucho de tu vista, de tu paciencia y de la combinación de colores, es un arte que no es valorado, y las personas no entienden que no es solo un accesorio sino que es parte de una cultura, de la cultura mexicana, la cultura huichol, el regateo de los precios es algo muy difícil de valorar, pero también es cierto que cada vez más gente acepta el precio estipulado”, explicó Marcela.
Precios para todos los gustos
Y es que los precios son extensos, se pueden encontrar un par de broqueles desde 50 pesos, hasta figuras revestidas con un valor de hasta 20 mil pesos.
Marcela, comentó que a veces un accesorio pasa por muchas manos, un par de aretes, un brazalete o un collar, lo tienen que hacer entre tres personas y trabajar durante una semana, para poder tener listo el producto. Por ejemplo, ella platica que las cuentas y chaquiras que utiliza, se las mandan desde Nayarit, pues en León no se comercializan.
Es mediante patrones, que se realizan estas artesanías, y es por partes, es decir, si el collar lleva una flor, una figura específica, entran más manos. Los artesanos, se dejan llevar por su imaginación pero todo parte de la cultura huichol. “Entra el venado, el alacrán, el sol, la luna o la flor de peyote, que son elementos sagrados para ellos y lo externan en estos accesorios”, dice Marcela, mientras en sus manos sostiene un collar que ella misma elaboró.
Para innovar, este arte ya está presente como aplicación en accesorios y ropa, como por ejemplo gorras, chamarras, camisetas e incluso bolsas.
Por ahora Marcela realiza diseños pequeños, pues esta actividad la combina con otro trabajo, actualmente, trabaja en hacer crecer su negocio y su marca, y elabora las piezas sobre pedido, pues tiene que mandar traer la materia prima desde su tierra natal.