Guanajuato apostará por dejar de usar plaguicidas en los cultivos, para con ello reducir la contaminación, evitar enfermedades en las personas que producen alimentos, y a su vez adoptar el llamado control biológico, es decir, generar animales que se coman a las plagas que afectan las siembras y con ello se logren cosechas libres de químicos.
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Así lo dio a conocer el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien indicó que esa será la nueva apuesta para atraer inversiones al estado, ahora para el sector agroalimentario, particularmente para poder lograr que se establezcan empresas que puedan llevar a cabo el control biológico de las plagas en los cultivos.
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“Cada vez se está buscando más el control biológico, más que el tema de los químicos y es a lo que hay que apostarle, a los controles biológicos, hay empresas, y yo creo que es importante que Guanajuato atraiga estas empresas, que se encargan de producir este control biológico, es decir, que las plagas se controlen con otro animal, que se coma esa plaga y no con un químico y a eso es a lo que hay que apostarle”, dijo el mandatario estatal en entrevista.
Diego Sinhue Rodríguez Vallejo comentó que con ello Guanajuato se estaría colocando a la vanguardia, pues en otros países, particularmente de Europa, sustituyeron los plaguicidas con el control biológico y se tienen alimentos producidos de forma más natural.
“Sería importante ver que esas empresas, porque existen en México, se instalen en Guanajuato y produzcan aquí esos animales que son muy buenos y que matan, por ejemplo, el pulgón amarillo, como es la catarina, o algunos otros, como las avispas que matan el gusano, entonces el control biológico es la solución”, resaltó el mandatario estatal.
En Guanajuato ya se está aplicando el control biológico para atender algunos casos de plagas, por ejemplo, para atacar a la palomilla dorso de diamante, que afecta la producción de crucíferas, como el brócoli, en donde fueron ingresados animales que se alimentan de esa plaga y con ello evitar el uso de plaguicidas.
Para combatir a la palomilla dorso de diamante fueron invertidos tres millones de pesos, cifra que es tres veces menor que si se hubiera invertido en la adquisición de plaguicidas.
Además, en 2015, cuando se dio la plaga de pulgón amarillo que acabó con 80% de la producción de sembradíos de sorgo en el país, para contenerla fueron producidas crisopas y catarinas, las cuales ayudaron a contener la plaga. Estas crisopas y catarinas fueron generadas en Sinaloa y desde allá fueron traídas al estado.
Por ello, el gobernador de Guanajuato dijo que sería importante traer esas empresas y laboratorios a la entidad, para con ello garantizar que se tenga la suficiencia en el estado y con ello poder tener un campo todavía más productivo, sin la necesidad de utilizar plaguicidas.
Otras opciones de control biológico son la utilización de feromonas en los cultivos, particularmente en los de maíz, en donde el objetivo es confundir a los insectos machos para que no puedan encontrar una hembra y cuando los machos no encuentran una hembra, el proceso de apareamiento se interrumpe y como resultado se evita la reproducción y menos descendencia se producirá en la próxima generación. Para ello se crean nubes de feromonas, para cuando llegan los insectos a querer colonizar un cultivo y se reduce la población hasta en 70%.