Mientras su hijo cargaba la fotografía de su padre, otras cuatro personas hacían guardia al féretro que guardaba el cuerpo sin vida de Ernesto Méndez, periodista y empresario asesinato el pasado martes a manos de unos sicarios.
El resto de los acompañantes como familiares, amigos del gremio y conocidos gritaron “justicia” para que el múltiple homicidio donde otras tres personas fueron asesinadas no quede impune.
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Primero le ofrecieron una misa de cuerpo presente en la iglesia de San José Iturbide donde se reunió una gran multitud de personas, luego, caminando, acompañaron a la carroza donde reposaba el cuerpo, entre lamentos y rezos le estaban dando la despedida final a Ernesto.
El periodista con más de 15 años de trayectoria quien ya tenía su propio medio de comunicación murió tras ser atacado a balazos cuando hombres armados llegaron hasta el establecimiento donde se encontraba atendiendo.
Este negocio era de él y pasó de ser un expendio de bebidas alcohólicas que se vendían cerradas a consumirlas en el lugar, y ambas profesiones, así como sus negociaciones con la feria, serán líneas de investigación.
La madre de la víctima lloraba desconsolada y pedía justicia para su hijo, no quiere que la muerte se quede impune.
Los demás acompañantes también gritaron consignas con la finalidad de alzar la voz para darle visibilidad al caso y que no se cometa ni un crimen más.
Su hijo, caminó con la fotografía de su papá y así reunidos llegaron hasta el panteón donde reposó finalmente el cuerpo del empresario que tras ser asesinado hoy ya descansa en paz.