León, Gto.- Sin avances en la investigación por su muerte y con el sonido de las torretas que anunciaban la llegada del cortejo fúnebre al cementerio, el oficial Ausencio Carrión Vital, fue despedido y acompañado por sus seres queridos hasta su última morada.
Avanza el contingente
Luego de la misa de cuerpo presente en una funeraria, la caravana que encabezaron agentes de la Policía Vial, abriendo paso al contingente de la carroza, recorrió desde el Libramiento Morelos hasta la colonia Las Trojes, para llevar a Ausencio hasta la tumba.
La banda de guerra, ya aguardaba el arribo del oficial caído en su día de descanso, así como la valla formada por decenas de elementos, quienes saludaron a su paso el ataúd de color azul metálico en donde reposarán los restos del policía.
“Adiós papá”
Unos minutos antes de ser sepultado, su hijo adolescente de 16 años se despidió de él, con un desgarrador “adiós papá”, mientras abrazaba el ataúd, ello, conmovió a los presentes quienes soltaron el llanto y acto seguido, uno de los familiares pidió una porra para “Chencho”, o “El Burrito”, como era conocido en la corporación a la que perteneció 16 años.
El cariño que sus compañeros le tenían, quedó demostrado en las decenas de ofrendas florales que llevaron para él, en tantos años de servicio, no solo hizo buenas relaciones laborales, sino que forjó fuertes amistades que se dieron cita en el panteón, para brindarle su último adiós.
Lo despiden con torretas
Una vez que el féretro fue ingresado a la gaveta, las torretas de las unidades resonaron fuerte en el panteón, brindando de manera significativa, una despedida a Ausencio.
Poco a poco los oficiales y amigos, se fueron retirando del panteón, quedando solamente sus familiares más cercanos.
Juntos
La tumba del oficial Ausencio, acribillado el domingo en su domicilio de la colonia Paseos de la Castellana, quedó a un costado de donde reposan los restos de su compañero Abraham Alejandro, quien fue asesinado el sábado en la noche en la colonia Villa de las Flores.
Y a dos metros, está la tumba de Pascual, el policía que murió el 20 de octubre cuando fueron atacadas tres casetas de la Policía Municipal en la ciudad.