En 70 años, han sido millones de noticias las que se han publicado en las páginas de este tradicional periódico leonés, NOTICIAS VESPERTINAS. En siete décadas, las planas de este diario con rostro social han contado todos y cada uno de los sucesos que han ocurrido en la región, dando a conocer los rostros de los criminales y la forma en la que cometían sus ilícitos.
Las Poquianchis
Uno de los casos más espeluznantes y que tuvo resonancia a nivel nacional e internacional, fue el de las hermanas María Luisa, Delfina, María de Jesús y Carmen González Valenzuela. Originarias de El Salto, Jalisco acusadas del asesinato de 80 mujeres, pero se sospecha, fueron autoras de al menos 150 crímenes, incluidas algunas embarazadas. Todos estos homicidios, ocurrieron en León, San Francisco del Rincón, Purísima del Rincón y Lagos de Moreno.
Para cometer “la trata de blancas”, las mujeres, se valían de sus nexos con oficiales de la policía, políticos poderosos y funcionarios públicos corruptos.
En las páginas de Noticias Vespertinas, se contó puntualmente la historia de “Las Poquianchis”. Las cuatro hermanas, crecieron en el seno de una familia disfuncional y trabajaban como obreras en una fábrica textil. Cuando sus padres murieron, les fue heredada una pequeña herencia y Delfina, inició un negocio que le dejaría, buenas ganancias: la prostitución. Sin embargo años más tarde cerraron el local debido a una riña.
Por ello se mudaron a Lagos de Moreno y abrieron otro bar y prostíbulo en San Francisco del Rincón. Las mujeres que trabajaron con ellas fueron reclutadas con engaños, haciéndoles creer que serian empleadas domesticas, pero una vez dentro, las secuestraban y las obligaban al sexo servicio, había desde jovencitas de 13 o 14 años.
El 6 de enero de 1964 fueron detenidas en San Francisco del Rincón, después de que una de sus víctimas logró escapar y denunció ante las autoridades. En el rancho de San Pancho, se encontró un pequeño cementerio con los restos humanos de las decenas de las víctimas de las hermanas. Ellas fueron condenadas a 40 años de prisión, sólo una de ellas murió en libertad, las demás, en la cárcel.
“El Garruñas”
Ladrón y afamado tahúr, así era Daniel Campos Sainz alias “El Garruñas”, un afamado delincuente entre los años 70 en la ciudad de León, responsable de muchos crímenes, entre ellos el de un policía y un doctor. Todos ellos, fueron informados a través de este periódico, NOTICIAS VESPERTINAS.
Su famoso apodo, se lo ganó debido a que “tenía las uñas muy largas”, robaba con gran facilidad.
A través de este diario, se supo que la carrera delincuencial de “El Garruñas”, inició en 1966, cuando él tenía 18 años, al robar una zapatería, inició como un juego y terminó siendo su oficio criminal.
Era originario de San Juan de los Lagos, vivió en León mucho tiempo y después se mudo a Chihuahua, donde fue jefe de la policía municipal de aquella ciudad. Al regresar a la capital zapatera, su gusto por las apuestas y las peleas de gallos, lo convirtieron en un legendario tahúr, de carácter fuerte y voluble, siempre andaba armado y era común verlo en las fiestas de pueblo y casinos clandestinos.
Su final, llegó el 1 de febrero de 1998, luego de convivir con sus amigos y quedarse solo, murió de una sobredosis en su habitación, a la edad de 50 años. Además de su historial delictivo, fue recordado por generoso, pues regalaba dinero a los más necesitados.
“Daniel campos se llamaba y vivió en León, Guanajuato, pero él era de Jalisco, nació en san Juan de los lagos, un tiempo se fue chihuahua y fue jefe policiaco, 7077, fue el número de su ficha y cuando cumplió los 18 robo una zapatería, comenzó como jugando, el Garruñas le decían”, dice su corrido.
“El Jari”
“Matan a “El Jari”, así se anunció en estas páginas, la muerte de unos de los narcomenudistas con más poder en la ciudad de León, el 30 octubre de 2016, quien fue asesinado al igual que su hermano Alberto, en una reunión familiar en la colonia Hacienda Las Mandarinas.
Este conocido mafioso, fundó su propia banda delictiva en León y en ciudades cercanas, él y sus colaboradores, operaban desde la calle Rivera, ubicada en la colonia Bellavista. En los años noventa, esta célula criminal, se dedicaban al robo de autopartes y traficaban con mercancía robada. Tiempo después, comenzaron con la venta de droga que los llevó a ser autores de varios asesinatos en su lucha por conservar la plaza, en la que incluso, antes y después de él, también perdieron la vida, hijos, hermanos y sobrinos.
Fueron muchas las ocasiones en las que ”El Jari” fue detenido, una de ellas fue en el año 2007, al ser sorprendido con droga y por portar un arma de fuego, pero como la mayoría de las veces lo hizo, pagó una fianza y recobró su libertad. Dos años después, la policía federal “le cayó por sorpresa” en su casa de la calle Coral en el Fraccionamiento Guadalupe. Ese mismo día, su cuñado Daniel Barbosa y otro hombre fueron detenidos.