León, Gto.- Este 2 de enero no se olvida a los leoneses que salieron de sus hogares a defender su derecho a la democracia por el fraude electoral para imponer como presidente municipal a Ignacio Quiroz. Policías y ejército resguardados en azotea y balcones de la ahora Plaza Principal, comenzaron a disparar sin piedad dejando un desgarrador escenario donde la sangre de los mártires corría como río dejando un panorama desconsolador. Cada año en el Panteón San Nicolás se les deja un ramo en las gavetas donde descansan su cuerpo y otro en el mural de bronce frente a la Catedral Basílica Metropolitana de Nuestra Madre Santísima de la Luz.
Todo se debió a que el 16 de diciembre de 1945 -fecha que se realizaron las elecciones de estado en Guanajuato -,. resultó ganador el comerciante Carlos Obregón, quién era candidato de la Unión Cívica Leonesa (UCL), integrada por sinarquistas y militantes del PAN con 22 mil 173 votos mientras que el candidato del PRM (Partido Revolucionario de México), Ignacio Quiroz, recibió solo 58 pero este último fue declarado como presidente municipal.
Pasadas las elecciones, la Unión Cívica Leonesa publicó un manifiesto en el que denunciaba que los soldados habían impedido la reunión de la Junta Computadora en su recinto oficial y que cuando se realizaba el cómputo se organizó otro grupo que se ostentó como la Computadora y fue la que proclamó el triunfo del candidato del Partido Revolucionario de México, además indicó que las fuerzas federales estaban ayudando a la imposición de las autoridades municipales con lo que se sumaría al más grande atropello a del pueblo de León.
De acuerdo a Pablo Serrano en la revista Tiempos, describe que la UCL fue “una organización de masas con presencia indiscutible, de un campesinado resentido, de obreros de pequeñas industrias y de clase media, parapetada así del cardenismo. Se configuraba como una organización civil pluralista en la que también participaban comerciantes, industriales, hacendados, empresarios, artesanos y amas de casa”.
Por tal motivo, al estar en contra de la candidatura de Ignacio Quiroz quien era una imposición, la UCL convocó al pueblo de León a un mitin para hacer valer su derecho luego de que el 1 de enero de 1946 a las 11: 00 horas, el Dr. Ignacio Quiroz tomó posesión de su cargo como alcalde del municipio de León.
No obstante, a las 10 de la mañana de aquel día, la ciudad entró en paro, las tenerías, fábricas, comercios, oficinas, bancos y restaurantes no abrieron sus puertas.
Ciudadanos molestos, llenaron la plaza con carteles reprendiendo al gobierno se dice que una comisión fue recibida por el nuevo alcalde, doctor Ignacio Quiroz al que le pidieron "dejar el puesto", sin embargo, este respondió "no puedo hacerlo sin antes consultar al gobernador". Entonces le exigieron que fuera a buscarlo por una respuesta.
ASÍ FUE EL DÍA DE LA MASACRE
Después de una mañana inquietante, alrededor de las seis de la tarde y al no tener respuestas el pueblo volvió a reunirse ignorando las advertencias de que regresaran a sus casas. Como a eso de las nueve de la noche llegó un grupo de jóvenes los cuales cargaban un féretro con la leyenda “Ignacio Quiroz RIP”, “PRM RIP”, dieron vuelta por la Plaza Principal burlándose y una vez llegando a las puertas del Palacio Municipal postraron el ataúd.
En ese momento, se apagaron las luces de la plaza y desde las azoteas los soldados abrieron fuego contra la multitud.
El doctor Ignacio Quiroz se enteró de la matanza cuando regresaba de Guanajuato así es que se quedó en el municipio de Silao, posteriormente se quedó a vivir en Querétaro donde ejerció su profesión de médico, pero nunca regresó a León.
En cuanto a don Carlos Obregón, que se decía que era un hombre honrado, asumió su mandato, pero al terminar falleció.
Aunque oficialmente se anunció por parte de las autoridades que la cifra de las víctimas mortales fueron 26 y 37 heridos, historiadores estiman que fueron decenas, pero no fueron reconocidas.