El actor Billy Porter decidió romper el silencio y reveló que desde hace 14 años le diagnosticaron VIH, lo cual ocultó por vergüenza y temor a sufrir represalias y rechazo en el medio del espectáculo.
“La verdad es la curación. Y espero que esto me libere. Espero que esto me libere para poder experimentar una alegría real pura, para que pueda experimentar la paz, para que pueda experimentar la intimidad, para que pueda tener relaciones sexuales sin vergüenza", dijo el actor en entrevista para The Hollywood Reporter.
Porter, fue ganador de un Emmy por interpretar a Pray Tell, en "Pose", personaje que también es positivo al Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), lo cual, señaló, "pude decir todo lo que quería decir a través de un sustituto".
Comentó que el aislamiento por la pandemia le fue de gran ayuda para reflexionar sobre su padecimiento, pues le ha dado el tiempo y espacio para digerir el impacto que tiene en su vida.
El también cantante y actor de Broadway dijo que por mucho tiempo le ocultó la verdad a su madre y es una de las cosas más difíciles que ha tenido que hacer, ya que creció en medio de una familia sumamente religiosa.
“Durante mucho tiempo, todos los que necesitaban saber, lo sabían, excepto mi madre (...) Estaba tratando de tener una vida y una carrera, y no estaba seguro de poder hacerlo si la gente equivocada lo supiera. Sería otra forma de que la gente me discriminara”.
Sin embargo, su madre lo sorprendió con las palabras que le dijo cuando por fin se lo confesó.
"Ella dijo: ¿Has cargado esto durante 14 años? No vuelvas a hacer esto nunca más. Soy tu madre, te amo pase lo que pase".
Porter, de 51 años de edad, recordó que el 2007 fue el peor año de su vida, pues además de la noticia del VIH, le detectaron diabetes tipo 2, y tuvo que firmar documentos de quiebra.
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El actor destacó que actualmente se encuentra "más saludable de lo que he estado" y a pesar de los malos momentos, por fin aceptó su padecimiento por lo que continuará con su vida sin vergüenza, "soy mucho más que ese diagnóstico. Y si no quieres trabajar conmigo debido a mi estatus, no eres digno de mí ".
“Sobreviví para poder contar la historia. Para eso estoy aquí (...) Soy la vasija y emocionalmente eso era suficiente, hasta que dejó de serlo. Ahora estoy tratando de tener una familia; ahora no soy solo yo. Es hora de crecer y seguir adelante porque la vergüenza es destructiva y, si no se resuelve, puede destruir todo a su paso”, agregó.
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