“Era como soñar el futuro...”, recuerda, en entrevista con El Sol de México, el compositor Bostich (Ramón Amezcua), los tiempos antes de Nortec Collective, el proyecto que creó en 1999, junto a su compañero Fussible (Pepe Mogt), con el cual se han vuelto en referentes indiscutibles de la música electrónica mexicana, principalmente por haber introducido en ella los inconfundibles ritmos norteños.
Y es que, según cuenta Bostich, aunque las bases de la historia de la electrónica ya eran bastante firmes, al haber sido tocada primero en las academias y luego cruzar algunos géneros como el new wave y el techno, cuando ellos comenzaron a hacer música de este tipo en su natal Tijuana, no era tan sencillo.
“En nuestros inicios aun nos preguntábamos cuándo en verdad la electrónica iba a estar al alcance de todo el mundo. Pero ahora en verdad alegra que haya tantas propuestas en México. Esto creo que es porque se ha democratizado y, ahora, por los avances de la tecnología cada vez más personas la pueden producir y distribuir con más facilidad.
“Ahora hay una infinidad de géneros que antes no había y que incluyen, al mismo tiempo, todos los géneros.”, afirma el músico, quien se presentará, junto a Fussible, en la quinta edición del concierto Música contra el olvido, en las Islas de Ciudad Universitaria, este sábado 14 de octubre a partir de las 16:00 horas, con acceso libre.
En el escenario también estarán Tex Tex, The Wookies, Instituto Mexicano del Sonido (I.M.S.) y GRLS.
Bostich reconoce que el uso de aparatos electrónicos se ha vuelto parte sustancial para la industria musical, al grado que ya prácticamente “todo está procesado”.
Él utiliza la Inteligencia Artificial para masterizar sus composiciones en tan sólo un minuto, cuando antes podía llevar varias horas en un estudio.
“Es una herramienta y como tal se puede utilizar para cuestiones creativas o como generador de ideas. Pero si haces una pieza por Inteligencia Artificial y la compartes como propia es una cuestión ética, que va a entrar en juego y tendrá que discutirse.
“Yo creo que se debe usar como una herramienta a la que también nos tendremos que actualizar, pues en cualquier momento puede venir alguien con nuevas ideas o técnicas, y está el riesgo de que no puedas ni siquiera responder a la rapidez con que surgen las nuevas tendencias”, reflexiona el músico, quien afirma que Nortec nunca dejará de utilizar sus “viejos” aparatos electrónicos, además de que siempre contarán con la participación de músicos.
Sobre la experiencia de haber conjugado la música electrónica con la banda y el norteño, Bostich rememora aquellos primeros días como tiempos “muy divertidos”, en los que pudieron “deconstruir con facilidad” la música regional que convivía con ellos “en bares, en fiestas, en bodas, en el taxi”, aunque consumían más la electrónica estadounidense, por ser de una zona cercana a la frontera.
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“Creo que Nortec fue bien recibido porque fue una manera de decir que también existía música electrónica mexicana, aunque antes de nosotros había verdaderos pioneros. Nortec se hizo un referente por haber hecho un sonido que no se había hecho antes. En otros lugares había pasado con fusiones de electrónica, como fue con la música brasileña o la hindú, pero eso no había sucedido en México.
“Había cosas muy interesantes como lo que hacía el maestro Jorge Reyes que experimentó con música prehispánica, pero era algo más académico y para festivales culturales, Nortec sacó lo mexicano para la fiesta”, finaliza.