Hace 30 años que Jorge Drexler escribió su primera canción. La aparecida, fue el nombre de esta composición que en 1992 sería incluida en su primer disco de estudio: La luz que sabe robar. Pero han pasado muchas cosas desde ese momento a la fecha, “y una persona cambia mucho ese tiempo”, dice el cantante.
De 1989 a la fecha, la vida y carrera del uruguayo ha cambiado en su totalidad. Drexler ha editado más de 13 discos, fue reconocido con un Oscar en 2005 por Al otro lado del río, tema principal de la película Diarios de motocicleta, y el año pasado arrasó en los Latin Grammy con tres premios, entre ellos el de Canción del año por Telefonía.
“Puedo asegurar que si en el 89, cuando empecé a escribir canciones, alguien me hubiera contado las cosas que iban a pasar, no lo hubiera creído. Mi vida ha parecido un sueño hecho realidad, y es un poco lo que fue”, afirma el cantautor de 55 años en entrevista con El Sol de México.
“Cuando escribí La aparecida yo no me planteaba en absoluto vivir de la música; vivía para ella, gastaba mi dinero pagando mis discos, pero yo vivía de la medicina. Ahora, el hecho de viajar con mis canciones, tocarlas en otros países y encontrar gente que las conoce es algo que era un sueño, un sueño difícil de conseguir, y del que ahora estoy muy orgulloso y agradecido”, señala el uruguayo.
Ahora, Jorge Drexler se reencuentra con La aparecida, su primera composición, en su nueva serie de conciertos titulada Silente, gira que llega a México este jueves y viernes al el Teatro Metropólitan y el domingo al Teatro Diana en Guadalajara.
Se trata de un show en el que el intérprete hace un repaso por su carrera musical, “está desde la primera canción que escribí hasta la última, pasando por varios discos” y la cual tiene “mucho énfasis teatral, con un guion fijo y mucho juego de luces y escenografía”, detalla.
“Es un concierto en solitario donde estoy yo solo con mi guitarra y en el cual usamos el silencio como una materia prima de la música. Tiene mucha complejidad en el repertorio musical, con versiones muy diferentes a las originales, muy desnudo y descarnado”, dice.
Silente surge del deseo que Jorge Drexler tenía desde hace tiempo por tocar solo sobre el escenario. Y aunque es un espectáculo aparentemente más sencillo, es el que más trabajo le ha costado desarrollar: “Por primera vez en mi vida tuvimos a nuestra disposición por una semana entera una sala totalmente montada para hacer ensayos para trabajar y entender el trabajo y la escenografía”.
Y es que a pesar de ser un show unipersonal, “existen varios planteamientos escenográficos: Se juegan tres situaciones en el escenario ya pesar de que estoy solo como músico hay todo un equipo de personas que se encargan de mover unos paneles que son la escenografía. Es creo que el concierto más trabajado escénicamente que he hecho”.
Pero para Jorge Drexler, Silente es también la gira emocionalmente más fuerte. Y es que en ella ve el paso del tiempo y su madurez musical. “Es muy llamativo lo que uno siente al tocar una canción que escribió hace como es La aparecida. Es curioso y no es fácil para mí cantarla, porque se trata de otra persona que la canta 30 años después, que toca la guitarra, canta y expresa de otra manera. He cambiado mucho”, concluye.