Alejandro Fernández se entregó a su público con una gran sonrisa y una actitud de “Caballero”, pues a cada momento de su concierto, fue afable con su audiencia, sobre todo con quienes se acercaron para obsequiarle un ramo de flores y en reciprocidad, el cantante obsequió besos y “selfies”, además de una velada romántica en la que con sus voz entonó los éxitos de su trayectoria artística.
Fue una velada nostálgica en el Palenque de la Feria Estatal de León 2020, en un recinto lleno desde los primeros lugares, hasta los últimos, así fans y seguidores, cantaron con el hijo del Charro de Huentitán que con cariño lo esperaron, en punto de las 11:50 p.m. Apareció en el redondel para cantar En lo correcto, y siguió con Unas nalgadas, Pude y Estuve.
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Alejandro Fernández se tomó un tiempo para charlar con su público, con el que recordó más de 20 años de compartir el escenario en León.
Es una maravilla poder estar aquí, gracias por acompañarnos esta noche, espero que tengan una noche agradable, tengo veinte o más de veinte años cantando aquí en León Guanajuato, gracias, siempre es mi primer concierto del año, muchas gracias León los quiero mucho.
A “El potrillo” le acompañaron un conjunto de músicos talentosos que le dieron un toque especial a las pistas, como Hoy tengo ganas de ti con el que uno de sus trompetistas le añadió un arreglo especial con un solo de trompeta.
Alejandro Fernández entonó éxitos como Mátalas, Loco si he sabido, Que digan misa, Quiero que vuelvas, Cascos ligeros.
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Las canciones más coreadas fueron: Como quien pierde una estrella, Tantita Pena, No lo beses. También entonó una nueva canción de su próximo material discográfico, llamada Caballero.
Sobre las 12:42 p.m. Uno de los momentos más memorables de su primer día en la Feria Estatal de León fue cuando cantó Caminos de Guanajuato, y todos los asistentes del Palenque se pusieron de pie para entonar al unísono al legendario José Alfredo Jiménez.
Alejandro Fernández entonó alrededor de 29 canciones, y al finalizar su primera noche de Palenque, homenajeó a su padre Vicente Fernández al que le dedicó unas palabras “La mejor herencia que me dejó mi padre”, así cantó: Las llaves de mi alma y ofreció un popurrí de sus melodías.