Luego de los estragos provocados por el terremoto del pasado 19 de septiembre, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) exigió que los trabajos de reconstrucción de viviendas e infraestructura dañadas se realicen con transparencia y libre de corrupción. En tanto, el sector patronal alertó sobre el riesgo de que los políticos puedan usar la ayuda humanitaria como plataforma para hacerse propaganda ante la proximidad de las elecciones de 2018.
“Transparencia Internacional nos recuerda que la corrupción puede exacerbar los efectos de los desastres, al existir el riesgo de que alimentos, agua y medicamentos donados por la sociedad sean desviados para fines de promoción de políticos o, peor aún, que sean robados, como desafortunadamente ya se han reportado algunos casos”, recalcó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther.
“Tanto los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), como las aportaciones y donaciones privadas de personas y empresas nacionales y extranjeras, deben transparentarse, con reglas claras”, indicó subrayando la necesidad de poner candados para que ningún político lucre ni saque ventaja de las labores de ayuda y de reconstrucción.
Por su lado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón Castañón, comentó que “el temblor de hace unos días nos ha dejado un sinfín de miedos, angustias y frustraciones. Muchos mexicanos sufrieron la pérdida de familiares o seres queridos y otros vieron desaparecer en un instante el producto de su esfuerzo, de su patrimonio, el patrimonio de toda su vida”.
De acuerdo con el dirigente, la reconstrucción debe cumplir al menos las siguientes tres características: Debe ser rápida, con calidad sustentable y tiene que realizarse con suma transparencia y libre de corrupción.
Señaló que miles de familias mexicanas están atravesando por un momento de extrema vulnerabilidad. “Estados como Chiapas, Oaxaca o Guerrero ya atravesaban una situación de enormes carencias sociales y económicas, que se vio agravada por el terremoto. “Necesitamos una reconstrucción veloz, que alivie el dolor económico y de luz, y que alivie la escasez de las familias y de las comunidades”.
Por otra parte, destacó la necesidad de garantizar que la infraestructura reconstruida cumpla con creces la calidad mínima que exigen los estándares internacionales, que sea de verdad, “y no solo para tomar una foto. Tenemos de reconstruir mejor y elevar la exigencia en la calidad de las viviendas y la infraestructura pública que se ha perdido. Construyendo bien y respetando la regulación podemos prepararnos mejor ante futuras eventualidades”.