En 2017 se incumplieron las proyecciones oficiales en el sentido de que la economía de México crecería hasta 6% con las 11 reformas estructurales de 2013, pues solo se llegará al 2.1%. Por otra parte, los salarios reales en las empresas bajaron 0.9%, frente al crecimiento del 1.4% del resto de América Latina, y la inflación será de 6.3%, la más alta desde los años 90.
Lo anterior es según informes del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, quien resumió que, “en general, el balance de 2017 nos muestra un año caracterizado por un crecimiento magro, una generación de empleo insuficiente, y grandes oportunidades en materia inflacionaria”.
Al señalar que el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) “estima que cerraremos el 2017 con una tasa de crecimiento del 2.1%”, el dirigente resaltó que este crecimiento representa menos de la mitad de lo que un país como México debiera crecer para generar suficientes oportunidades de ingreso para nuestros jóvenes.
Recordó que en 2013 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimaba que la aprobación de 11 reformas estructurales haría crecer al país a tasas de entre 5 y 6%. “Dichas predicciones han resultado ser por demás optimistas. En los últimos cinco años, México ha crecido a un promedio anual de tan solo 2.2%”.
Por otra parte, las autoridades insisten en regocijarse de que, por primera vez en la historia del país, durante un sexenio se ha superado la cifra de tres millones de empleos formales creados. “Sin embargo, esto no es, para nada, un logro”, puntualizó.
“Esta cifra supone un rezago constante en el número de empleos necesarios. Para que México pueda dar trabajo a los jóvenes que se incorporan a la vida económicamente activa, sería necesario crear 100 mil empleos al mes. Esto significa que, los 3.4 millones de empleos formales creados en lo que va del sexenio son apenas en 56% de los estrictamente necesarios”, aseveró de Hoyos Walther.
Asimismo, manifestó su preocupación de que los empleos generados no han resultado en un verdadero incremento en la calidad de vida de los mexicanos. “Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México y Perú fueron los únicos dos países latinoamericanos -de una muestra de ocho- en donde los salarios reales de los trabajadores bajaron en el último año. Los salarios reales en las empresas formales en México bajaron 0.9%, en comparación con un aumento de 1.4% en el resto de Latinoamérica”, destacó.