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Durante el primer semestre del año, el país registró salidas por 43 mil 321 millones de pesos en bonos en manos de extranjeros, la más alta para un mismo periodo desde 2021, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
El éxodo de capitales fue resultado de la inflación, movimientos en el tipo de cambio y volatilidad financiera a nivel global, según especialistas, y se espera que continúe dicha tendencia en la segunda mitad de 2023.
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Además, el monto reportado por el banco central representó un incremento de 14.7 por ciento respecto al primer semestre de 2022, cuando se registró una salida de casi 37 mil 745 millones de pesos en bonos internacionales.
“Las tasas de interés, inflación o el crecimiento económico global son elementos con los que vivimos en el día a día en el mundo de las inversiones y que tenemos que aprender a sortear conforme vayan ocurriendo”, comentó Cecilia Jiménez, directora general de Santander Asset Management México.
Los bonos mexicanos son títulos de deuda emitidos por el gobierno con el objetivo de financiar sus actividades y proyectos. Estos bonos son una forma de inversión tanto para los inversionistas nacionales como internacionales, ya que ofrecen rendimientos atractivos y son relativamente seguros, ya que están respaldados por el mismo gobierno.
En el caso específico de México estos bonos pueden ser títulos de deuda, Certificados de la Tesorería (Cetes) y Udibonos, entre otros instrumentos financieros.
Estadísticas oficiales de Banxico muestran que al 29 de junio de 2023, el saldo de los valores gubernamentales en manos de extranjeros fue de 1.65 billones de pesos, desde los 1.70 billones de pesos registrados el 2 de enero.
“La disminución de la participación extranjera en la tenencia de valores gubernamentales implica una menor entrada de capital al país. Esto puede resultar en una reducción de la inversión y del financiamiento disponible para el gobierno, lo que dificulta la implementación de políticas públicas y proyectos de desarrollo”, explicó Salvador Soto, académico de la UNAM.
Añadió que la falta de inversión extranjera en bonos también puede reflejar una falta de confianza en la economía nacional, pues los inversionistas consideran factores como la estabilidad política, el crecimiento económico y la seguridad jurídica. “Si estos aspectos no son percibidos como favorables, los extranjeros pueden optar por invertir en otros mercados, lo que limita las oportunidades de desarrollo económico y reduce la confianza en México”, precisó Soto.
El analista añadió que para la segunda mitad del año la atención de los inversionistas estará en los movimientos que hará Banxico a la tasa referencial, al igual que la evolución de la inflación, que ya muestra una tendencia a la baja.
Según la última encuesta de especialistas de Citibanamex, se prevé que la tasa de interés cierre el año en un nivel de 11 por ciento, lo cual implicaría sólo un recorte de 25 puntos base en los próximos meses desde su nivel actual.
Respecto a la inflación, los analistas consultados por la institución esperan un nivel de 4.80 por ciento, mismo que sería el más bajo desde diciembre de 2020 cuando se registró un 3.15 por ciento de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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“Los cambios en la política son parte inherente de la actividad y variables con las que a nivel inversiones nos toca lidiar a diario”, subrayó Cecilia Jiménez.
De igual forma, subrayó que en la medida que México continúe con su política fiscal moderada, con apertura comercial e independencia al banco central, habrá fundamentos de largo plazo para crecer y captar inversiones.
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