La compañía de alimentación Constellation Brands, propietaria en Estados Unidos de marcas de cerveza como Corona o Modelo, ha quintuplicado sus pérdidas en su primer trimestre fiscal, finalizado en mayo, debido al impacto atípico de las inversiones no consolidadas y de la planta que está obligada a desmantelar en Mexicali, Baja California.
En concreto, la firma se anotó una pérdida neta atribuida en el trimestre de 908.1 millones de dólares, frente a los “números rojos” de 177.9 millones de dólares del mismo periodo del ejercicio anterior.
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El abultado cambio en el resultado neto de la empresa se debe a dos motivos.
Por un lado, la empresa registró un impacto negativo a nivel contable por inversiones no consolidadas de 899.2 millones de dólares, 57.4 por ciento más que el año pasado. El impacto por inversiones no consolidadas refleja el descenso de valor de una inversión de la que no se ha salido, por ejemplo, cuando caen las acciones de una empresa participada en Bolsa pero no se venden esos títulos.
Por otro lado, la empresa ha incorporado en sus cuentas un impacto de 665.9 millones de dólares procedentes de la planta que se ha visto obligada a cerrar en Mexicali.
"La empresa seguirá trabajando con los funcionarios del Gobierno de México en busca de varias formas de recuperar los costos capitalizados y los gastos adicionales incurridos en la creación de la planta", aseguró Constellation Brands.
El 27 de noviembre del año pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la cancelación de la planta que pretendía construir la empresa estadounidense y que acumulaba un avance de inversión de mil 400 millones de dólares hasta febrero del año pasado.
La planta iba a generar 10 millones de hectolitros de capacidad de producción, con la capacidad de ampliarla a escalar a 20 millones de hectolitros.
“Había una inconformidad desde que se entregaron los permisos para la operación de esta cervecera, y nos comprometimos a llevar a cabo una consulta ciudadana para que el pueblo resolviera, como corresponde a una auténtica y verdadera democracia. Se llevó a cabo esa consulta y la gente expresó su sentir acerca de que no quería que se construyera y operara esa planta cervecera en Mexicali, por la falta de agua en Mexicali, en Baja California, en el Norte del país. Por eso, se tomó la decisión de que no se iba a otorgar el permiso para que esta planta operara. Y ese es el compromiso, lo expreso así, con toda claridad, para que no haya ningún tipo de desinformación. Nosotros tenemos palabra”, mencionó el presidente el 27 de noviembre del año pasado durante una visita a Mexicali.
En marzo de 2020, López Obrador realizó una consulta ciudadana entre la población de Mexicali para que definieran si querían que continuara la construcción de la cervecera, donde 76.1 por ciento de los participantes pidieron que se cancelara la construcción de la productora de cerveza de la empresa estadounidense.