El Ministerio de Comercio chino anunció hoy que, pese a no desear que se produzca una guerra comercial entre las dos potencias mundiales, responderá a Estados Unidos "con las mismas medidas impositivas" que ese país impondrá a China.
"Introduciremos de inmediato la misma escala y las mismas medidas arancelarias y todos los logros económicos y comerciales alcanzados por ambas partes quedarán invalidados", apuntó el ministerio en un comunicado publicado en su página web.
El anuncio se produjo unas horas después de que el presidente de EU, Donald Trump, anunciara la imposición de aranceles del 25 % a importaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares que contienen "tecnologías industrialmente significativas", en una nueva escalada en las tensiones comerciales con Pekín.
China no está dispuesta a tener una guerra comercial, pero la parte china no tiene otra opción que oponerse firmemente a esto, debido al comportamiento miope de los Estados Unidos que dañará a ambas partes
Trump tomó la decisión en una reunión en la Casa Blanca con sus secretarios de Comercio, Wilbur Ross; del Tesoro, Steven Mnuchin, y de Comercio Exterior, Robert Lighthizer.
Precisamente el pasado día 3, el secretario Ross visitó Pekín en la tercera fase de una ronda de negociaciones en la que ambas naciones habían llegado incluso a un acuerdo.
A comienzos de mayo, los dos Gobiernos acordaron poner "en suspenso" la guerra comercial después de que EU suspendiera la posible imposición de aranceles por valor de 150 mil millones de dólares a cientos de productos chinos por temas de propiedad intelectual, mientras que China se comprometió a aumentar "significativamente" sus compras de bienes y servicios de Estados Unidos para equilibrar la balanza comercial.
Sin embargo, el presidente Trump aseguró no estar satisfecho con el acuerdo alcanzado y hoy anunció nuevas medidas contra lo que considera robo de propiedad intelectual y tecnológica y otras prácticas comerciales injustas llevadas a cabo por China.
Estos nuevos aranceles, apuntó la Casa Blanca en un comunicado, "son esenciales para prevenir mayores transferencias injustas de tecnología y propiedad intelectual estadounidense a China", y "protegerán empleos en EU".