León, Guanajuato.- Consumir alcohol durante el embarazo puede provocar daños potenciales en el desarrollo del feto, pueden ser diferentes y muy variados.
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Todos estos se identifican bajo el término de Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), también conocido como Síndrome del Feto Alcohólico y son afecciones de difícil diagnóstico que perduran toda a vida.
No hay cantidad de alcohol que se considere segura para consumir durante el embarazo y hacerlo coloca al bebé en riesgo de sufrir este trastorno que tiene repercusiones a nivel físico, de comportamiento e intelectuales, incluso permanecer durante toda la vida de una persona que ha estado expuesta al alcohol durante su gestación.
Si sospecha que su hijo tiene este síndrome, acuda a un médico lo antes posible, ya que el diagnóstico puede ayudar a reducir algunos problemas como dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.
¿Cuáles son los síntomas?
Algunos niños padecen en un grado mucho mayor que otros y los síntomas pueden comprender cualquier mezcla de defectos físicos, discapacidades intelectuales o cognitivas y problemas para desempeñarse y afrontar la vida.
Entre los defectos físicos se puede detectar rasgos faciales como ojos pequeños, labio superior delgado, nariz corta y hacia arriba, superficie de la piel lisa entre nariz y el labio superior; deformidades de las articulaciones, extremidades y dedos; crecimiento físico lento, antes y después del nacimiento; dificultades de la visión o problemas de audición; perímetro de la cabeza y tamaño del cerebro pequeño; defectos cardiacos y problemas en los riñones y hueso.
Por su parte en los daños cerebrales y sistema nervioso pueden ser la coordinación o equilibrio deficientes; discapacidad intelectual, trastornos del aprendizaje y retraso en el desarrollo; mala memoria; problemas de atención y para procesar la información; dificultad para identificar las consecuencias de las decisiones, habilidades de razonamiento deficientes; nerviosismo o hiperactividad; cambios repentinos de humos.
En los problemas sociales y de comportamiento se pueden identificar algunos problemas para desempeñarse, hacer frente e interactuar con otras personas; dificultad en la escuela; problemas para relacionarse con los demás; habilidades sociales deficientes; problemas para adaptarse al cambio o dejar de hacer una tara para otra actividad; problemas de comportamiento y de control de los impulsos; concepto de tiempo deficiente; problemas para concentrarse en una tarea; y dificultad para planificar o trabajar hacia un objetivo.