Montañas, parajes para obtener la sal, el pueblo de Zapotitlán Salinas y su río son algunos de los elementos se pueden apreciar a la redonda de Tehuacán- Cuicatlán, nuevo patrimonio mundial, donde los colores predominantes es el azul del cielo despejado, café de la tierra árida y el verde de la vegetación en todas sus tonalidades.
El Valle de Tehuacán-Cuicatlán, ubicado entre Oaxaca y Puebla, fue inscrito en la en la lista del patrimonio mundial como nien mixto por el Comité del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El mandatario mexicano Peña Nieto informó vía Twitter que la UNESCO reconoció hoy a la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán en Puebla, como patrimonio mundial y con casi 500 mil hectáreas, es el cuarto sitio inscrito durante esta administración.
Con el “Valle de Tehuacán-Cuicatlán: Hábitat Originario de Mesoamérica”, México reafirma su posición como el primer país en el continente y el séptimo a nivel mundial con el mayor número de bienes inscritos en dicha lista, con un total de 35 sitios inscritos: 27 culturales, seis naturales y dos mixtos.
Entre los que se encuentran Monte Albán y el Centro de Oaxaca, Teotihuacán, Chichet Itza, la Casa estudio de Luis Barragán, Ciudad Universitaria.
¿Por qué fue elegido? Ese lugar se encuentra en la zona semiárida con mayor biodiversidad en el continente americano, y tiene un valor patrimonial invaluable e irremplazable, destacó en un comunicado.
Además que es reconocido como la cuna de la agricultura y de la irrigación mesoamericana, a través de sistemas de aguas, domesticación de plantas, así como diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos, como los nahuas, los mixtecos, los mazatecos y los popolocas, evidenciando la adaptación del ser humano a lo largo de un periodo de más de 14 mil años, añadió.
Pedro Guadalupe Miranda Pacheco, 54 años de edad es poblador de la zona y guía en el jardín botánico “Helia Bravo Hollis”, describió parte de la belleza natural que posee la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán, donde la temporada más seca es de febrero a abril, registrando temperaturas de hasta 45 grados Celsius.
Destacó que en esta zona, donde prevaleció la cultura popoloca, las condiciones climáticas han permitido que el paisaje se conserve y los visitantes pueden conocer en su hábitat las especies de la variada flora y fauna de la región.