León, Guanajuato.- Desde 1995, cada 22 de junio se conmemora el Día Internacional del Wolkswagen Escarabajo, mejor conocido en México como el Vocho.
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Aunque su producción inició en Alemania, a partir de 1967 también estuvo a cargo de la planta Volkswagen de Puebla. Y fue justamente en esta factoría, dónde salió el último Vochito de la historia y que actualmente se exhibe en el Museo de Volkswagen en Alemania.
La conmemoración fue por iniciativa del brasileño Alexander Gromow, un aficionado de este tipo de coche, en consenso con varios clubes mundiales del también llamada Escarabajo. El 22 de junio de 1934, se firmó el contrato entre Ferdinand Porsche y la Asociación de la Industria Alemana del automóvil, para desarrollar el primer prototipo de Wolkswagen.
¿Por qué se llama Escarabajo?
El popular nombre de Escarabajo surgió por la forma redondeada y compacta del vehículo que tiene dos puertas, tiene motor trasero y tracción trasera, con carrocería sedán o descapotable.
Por ser un vehículo emblemático se considera como el automóvil más influyente del siglo XX y cuanta con gran cantidad de clubes y aficionados alrededor del mundo.
Con una producción que se mantuvo por 65 años, el Vochito es uno de los autos con más tiempo dentro del mercado automotriz mundial.
El influencer y el perro que viajaban en Vocho
La trágica muerte del joven 'influencer', Jesse Koz, y de su perro, un golden retriever conocido como Shurastey, consternó a los seguidores de esta divertida dupla de origen brasileño, cuyas aventuras de viaje eran compartidas en redes sociales.
La muerte de Koz y su fiel acompañante ocurrió a dos días de completar su viaje soñado que los iba a llevar hasta Alaska. Ambos habían emprendido un viaje por América en automóvil, que fue interrumpido por un fatal accidente ocurrido en Estados Unidos.
Koz era muy conocido en las redes sociales por sus viajes con el can, con el que en 2017 había partido del sur de Brasil al volante de un Volkswagen "escarabajo" del año 1978 con la intención de llegar hasta los glaciares de Alaska en Estados Unidos. Al momento de su muerte, había pasado por 17 países y estaba a dos días de cumplir su meta del que llamaba su “viaje soñado”.