León, Guanajuato.- El equipo mexicano de relevos mixtos de triatlón, donde figuró la guanajuatense Lizeth Rueda, ilusionó a más de uno durante ciertos pasajes de la competencia en los Juegos Olímpicos de París 2024, sin embargo, al final acabaron imponiendo condiciones los de casi siempre.
El rendimiento de los tricolores fue de más a menos, comenzando con dos buenos relevos a cargo del mexiquense Aram Peñaflor y la sonorense Rosa Tapia. En el caso de Peñaflor Moysen, fue el único que pudo bajar la barrera de los 10 minutos en los siete kilómetros de bicicleta, en tanto que Tapia Vidal, en su momento ganadora de una fecha del serial de Copas del Mundo, fue la mejor del segundo bloque con un parcial de 22:31 minutos, para de esta manera, otorgarle la estafeta al experimentado veracruzano Crisanto Grajales.
Justo en ese instante, la representación azteca levantó las expectativas, toda vez que Grajales ingresó al agua del Río Sena peleando entre el sexto y séptimo lugar, solo que desafortunadamente, esta vez no fue la mejor de las actuaciones para un Crisanto que anduvo por debajo de los registros de Peñaflor y posteriormente, en el cierre, lo de Rueda Santos tampoco resultó de lo más sólido, incluso ya viéndose superada por el conjunto australiano y noruego que, al inicio de la prueba, habían experimentado problemas.
Los cronos para la fondista “guanajua” fueron de 5:32 minutos en los 300 metros de natación, 10:55 en la fase de ciclismo y 6:24 en los 1.8 kilómetros de carrera atlética, para un acumulado individual de 24:30 minutos, yéndose muy arriba del 20:34 de Peñaflor, el 22:31 de Tapia y el 21:45 de Grajales. El tiempo total de los mexicanos fue de 1 hora, 29 minutos y 20 segundos, solo mejorando lo hecho por Nueva Zelanda y Austria.
En el podio, los alemanes Tim Hellwig, Lisa Tertsch, Lasse Luehrs y Laura Lindemann, se agenciaron el oro con 1:25:39, aventajando por apenas un segundo a estadounidenses y británicos, en lo que fue un cierre de fotografía sobre la meta instalada en uno de los tantos puntos emblemáticos que tiene la capital francesa como lo es el Puente Alejandro III.
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Al término de su segunda aparición en justas de verano, recordando que, en Londres 2012 estuvo en la disciplina de aguas abiertas, Lizeth Rueda manifestó que “no nos vamos satisfechos porque México puede estar más adelante, pero me da mucho gusto que el país se va viendo mejor en cada ciclo. En lo personal son dos Olímpicos, cada uno fue de experiencias distintas, estaba muy pequeña en Londres, otro escenario, ahora me acompañó mi familia y eso para mí ha sido increíble”.
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