La pandemia, los calendarios apretados y mucho futbol obligaron a poner la jornada 17, el repechaje y el inicio de la Liguilla, con un abismo de al menos 15 días en el medio de inactividad al máximo nivel. Equipos como León buscaron amistosos; otros, como Pumas, han sacado provecho de su filial, mientras que Cruz Azul y América se rompen la cabeza para conservar el ritmo de competencia. La realidad es que los equipos llegarán mermados, hagan lo que hagan, a la etapa que definirá su futuro dentro del Guard1anes 2020.
Para Daniel Ipata, preparador físico de escuadras como el Club Universidad y la Selección Mexicana, actualmente en el Cancún FC de la Liga de Expansión, el parón afectará de una u otra forma a los equipos, por lo que cada conjunto deberá trabajar a marchas forzadas para reducir el golpe negativo.
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“Desde el punto del estado de forma futbolística individual y colectiva, es indudable que interrumpir la competencia durante dos semanas y media es perjudicial. Los equipos deberán trabajar en esa parte para llegar bien a sus diversas instancias, ya sean cuartos de final o repechaje”, menciona en charla exclusiva con ESTO.
Cuando se desarrollaron las últimas jornadas, entre los equipos surgió la duda respecto a lo que sirve más, si pasar entre los cuatro primeros o ir directo al repechaje, para llegar, en caso de salir vencedores, con un partido de preparación a los cuartos de final.
Todos apuntaron a lo máximo, aunque la historia dicta que ir al repechaje no es precisamente malo. Algunos equipos ya se coronaron cuando partieron desde esta instancia, aunque para Daniel Ipata y su experiencia, siempre preferirá consagrar la fase regular con un lugar en la parte alta.
“En la historia de estos torneos han salido campeones muchas veces equipos que llegaron desde el repechaje: Pachuca, Morelia y Chivas. Pero en la gran mayoría de los mismos lograron el título de campeón los equipos que entraron entre los primeros lugares de la fase regular. Esto indica también que el talento y el alto nivel de juego de los equipos finalmente se impone. En mi experiencia, prefiero ser el líder general, pues eso indicaría un rendimiento constante y estable durante cuatro meses de los jugadores y del equipo, que es lo que todos los entrenadores buscamos”, confiesa, tras explicar los pormenores, el experimentado preparador físico.
El repechaje, para Ipata, sí es una ventaja para los clubes que resulten ganadores de sus respectivos compromisos, porque llegarán con ritmo de competencia ante un rival que sólo entrenó o jugó partidos amistosos, los cuales no se disputan con la misma intensidad. Pero después se impone más la calidad y mejor trabajo de los líderes.
“Se puede decir que la competencia que tendrán durante el repechaje les hará perdurar el ritmo de juego y el rendimiento. Los equipos que no jueguen repechaje tendrán que entrenar y resolver de otra manera el mantenimiento del buen rendimiento que traían de la fase regular”, aseguró.