León, Guanajuato.- “Viva Cristo Rey, en su corazón, en su casa y en su patria” es el precepto que corredores y feligreses comparten y deben extender en su comunidad, luego de celebrar la edición 66 de la Carrera de Relevos a Cristo Rey, una prueba pedestre cuyo propósito es el de hermanar a las y los leoneses por medio de la fe.
Enarbolando el lema “Peregrinos de Esperanza”, esta prueba se organizó por los Grupos de Apostolado del Santuario Parroquial Purísima Concepción del Coecillo. La tradición lleva a la realización de una carrera de relevos en la que se traslada una antorcha encendida desde el popular barrio leonés hasta el Santuario de Cristo Rey ubicado en la cumbre del Cerro del Cubilete, en el municipio de Silao.
Con más de seis décadas celebrándose, este evento trasciende más allá de una simple carrera deportiva, en esta no hay premiación ni cronometraje, mucho menos reconocimientos. Cada relevista acude de manera voluntaria y durante el trayecto porta una antorcha encendida, cuyo fuego simboliza la luz de la fe que ilumina a los creyentes.
“Esta carrera es toda una tradición en nuestra comunidad, nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación, un viaje, una carrera cuyo destino final está en el encuentro con Cristo Rey. Subimos la montaña para ver el siguiente tramo de nuestro camino. El ritmo de la vida es muy rápido y entre tantas cosas es fácil vivir dispersos y esta carrera es como retomar el rumbo, mirar la brújula que es nuestra fe”, resaltó el cura Tomasz Michal Zielinski.
Corren con fe
Para esta muestra de feligresía, el relevo se realizó por más de 30 participantes entre los 13 a más de 40 años, aunque la mayoría fueron varones, también hubo mujeres corredoras. El recorrido hasta el Cubilete se realizó en dos tramos, el primero salió del Jardín de San Juan en el Barrio del Coecillo recorriendo la zona urbana hasta llegar al bulevar San Pedro.
Luego se retomó la gesta en la glorieta del cruce entre el Eje Metropolitano y el camino a Comanjilla. Todo el trayecto abarcó alrededor de 30 kilómetros en el que los corredores voluntarios se fueron rotando a lo largo de la ruta.
“Desde 1958 se realiza y simboliza el llevar a través de los jóvenes y la familia el fuego de la fe. Es una carrera mixta, se busca evangelizar a la comunidad, que los jóvenes conozcan a Cristo. El fuego de la fe que arde en esta parroquia (Purísima Concepción del Coecillo) y se presenta como un homenaje a los pies de Cristo Rey”, expuso Ignacio Villanueva Campos, miembro del comité organizador.
Participantes desde hace varias ediciones, Armando Hernández, de oficio comerciante, manifestó: “Es una grandísima emoción participar, es una satisfacción personal. Llevar la antorcha te llena de ese calor que Cristo te da, no te sientes cansado, lo que uno quiere es seguir y seguir, es un sentimiento único. Cuando corres se da ese ejemplo de compartir el amor a Cristo con la gente.”
Tradición
Siguiendo la tradición, una vez que la antorcha llega al recinto religioso se encendieron los cirios del altar y luego se ofició una ceremonia religiosa por parte de los sacerdotes Tomasz Zielinski, Clemente Prado Rico y Juan Antonio Rodríguez Lázaro. Junto a los relevistas se presentaron decenas de vecinos del Coecillo que se unieron a esta peregrinación trasladándose en autobuses o de manera particular.
El fuego que se entrega es sagrado, ya que se encendió y se bendijo en una ceremonia especial que se llevó a cabo la noche previa en el Templo de la Santísima Trinidad, ubicado en la colonia El Cortijo.
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En este acto solemne se prendió una fogata al tiempo que los corredores oraban. De las flamas se encendió por primera vez la antorcha y dos lámparas, mismas que se entregaron al sagrario Santuario Parroquial Purísima Concepción, espacio donde el fuego se resguardó toda la madrugada hasta que en punto de las 8:00 horas inició la carrera de relevos, misma que desde su primera edición tiene lugar el primer lunes del mes de noviembre.
En números
- 66.ª edición celebró la Carrera de la Antorcha a Cristo Rey
- 35 relevistas participaron
- 13 a 45 años fue la edad de los participantes