León, Guanajuato. Allá por lo profundo del jardín derecho del Estadio Domingo Santana, a un lado de los 413 pies, se encuentra ahora el icónico número 25 que perteneció a la leyenda Francisco “Paquín” Estrada, manager que condujo a los Bravos de León a conseguir el título de la temporada 1990, siendo de hecho el único laurel que de momento tiene la organización del Bajío.
La lluvia que, a la postre, canceló el último de la serie frente a los Diablos Rojos, no fue impedimento para recordar al hijo pródigo de Navojoa, Sonora, ese que hizo historia tanto en el circuito veraniego con Piratas de Campeche y la tropa guanajuatense, pero de igual manera en la Liga Mexicana del Pacífico, donde es un histórico de los Tomateros de Culiacán.
Fue una noche para el recuerdo, de nostalgia pura en “La Fortaleza” y es que, en los cimientos del inmueble enclavado en la Unidad Deportiva Luis I. Rodríguez, también conocida como Deportiva del Coecillo, aún se puede palpar un poco del recuerdo de esos Bravos que, en cinco juegos, vencieron a los Algodoneros de Unión Laguna para quedarse con los máximos honores.
El protocolo fue encabezado por las hijas de “Paquín”, Karelina y Karissa Estrada, además de Mauricio Martínez, presidente de los Bravos; Juan Aguilera Cid, titular de la televisora pública del estado de Guanajuato, y el cronista chihuahuense Celso García, quien presentó un libro con algunas de las memorias de Estrada Soto.
“El recuerdo de “Paquín” siempre va a estar presente en este estadio, el nombre de los Bravos siempre va a estar relacionado con él al ser un hombre que le dio mucho a esta organización. Los que lo vieron jugar, dirigir o los que pudieron llegar a convivir con él creo que se llevaron un recuerdo imborrable al conocer a una gran persona y una persona de beisbol al cien por ciento”, manifestó Mauricio Martínez.
Por su parte, Karelina Estrada también tomó el micrófono y agradeció a la institución cuerera “porque el recuerdo de nuestro padre va a permanecer hasta la eternidad. De todo corazón queremos agradecer a los Bravos por ese homenaje, para nosotras es como seguir teniendo un pedacito de nuestro padre y con el gran recuerdo de lo que logró”.
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A partir de este 25 de julio del 2024, nadie más en la organización brava podrá volver a utilizar un 25 que, ahora, espera atestiguar hazañas como las de aquella generación de peloteros que encabezó Francisco “Paquín” Estrada a inicios de los 90´s.
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