Museo de Arte Carrillo celebra su aniversario 50 con tres exposiciones

El mismo año de su muerte, 1974, el médico pediatra y pionero del coleccionismo de arte en México, Alvar Carrillo Gil fundó junto a su esposa Carmen Tejero, el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), con la intención de ofrecer un espacio para la conservación y exhibición de su acervo artístico que hoy consta de cerca de mil 500 piezas, con las que se ha convertido en una de las colecciones más importantes de México en cuanto a obra moderna, hecha por José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, y Gunther Gerzso , Wolfgang Paalen, Kandinsky, Paul Klee, y Pablo Picasso, entre otros

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Este 2024, dicho recinto cumple 50 años y lo celebra con tres exposiciones con las que se busca reivindicar la voluntad de sus fundadores y su vocación educadora, mediante una nueva lectura de las obras de su acervo, así como una muestra colaborativa que ilustra las amistades e influencias que David Alfaro Siqueiros sembró en todo el continente americano.

“Esta es una colección que se reunió con amor, con mucho trabajo, mucho esfuerzo, y con el deseo único de que estuviera al servicio de la gente y el pueblo de México. Mis abuelos fueron personas normales, sin mayores contactos. Él era un pediatra yucateco, que llega a la Ciudad de México después de estudiar en Francia, se dio cuenta de que su vocación era la medicina, pero su otra vocación era el arte”, dijo en conferencia de prensa Gabriela Sáenz Carrillo, nieta de los fundadores del recinto.

“Fue así que comenzó a coleccionar, primero a Orozco, que además fue su íntimo amigo, con el que tenía conversaciones muy profundas e ilustrativas y que fueron haciendo a mi abuelo un ser muy claro de lo que quería en su colección. A él no le importaba que fueran baratos los cuadros o si iban a ser famosos, a él le importaba que tuvieran un valor estético, que dijeran algo y que tuvieran un valor estético”, agregó, la también directora del MACG.

UNA NUEVA LECTURA

Como centro de las celebraciones, la exposición “Atravesar el tiempo. Memorias y presentes de la Colección Carrillo Gil”, exhibe con una nueva lectura las piezas de acervo original compilado por Carrillo Gil en la década de 1930, cuya primera pieza obtenida y que aquí se exhibe fue “La Chole”, un dibujo a lápiz de José Clemente Orozco, que definió la forma en que procedería Carrillo Gil a coleccionar arte, haciéndose amigo de los creadores.

Renato González Mello, curador de la exhibición e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explicó que, en la búsqueda de ofrecer nuevas visiones de lo que significa este acervo, se creó un seminario de investigación que incluyó el trabajo de jóvenes investigadores de la UNAM, El Colegio de México y estudiantes de la Preparatoria 8, quienes definieron los núcleos en que se divide la exposición.

Son nueve núcleos temáticos: “Los espacios del coleccionista”, que refiere a cómo Carrillo Gil organizó su colección, con obra incluso suya; “Caballos jinetes, máquinas”, que recupera varios grabados y pinturas en las que los equinos son personajes centrales, principalmente en el arte referente a la Revolución Mexicana; “De la invención al muro”, que da ejemplos de pinturas y bocetos de muralistas para obras monumentales; “Ciudades y metrópolis”, que desde lo figurativo y lo abstracto es un símbolo de modernidad.

También ofrece el núcleo: “La poética de la escena”, que revela un interés, hasta ahora desconocido, de Carrillo Gil por las representaciones escénicas y teatrales; “El horror, lo oculto y lo maravilloso”, que habla del difícil contexto de la humanidad tras la Segunda Guerra Mundial; “El trópico y sus fisuras”, que destaca el trabajo de Siqueiros por pensar el Trópico.

En esta muestra también destaca que están en exhibición las piezas cubistas de Diego Rivera, que, de no haber sido recuperadas por Carrillo Gil, no se tendría el conocimiento de la importancia de esta vanguardia artística en su obra.

SIQUEIROS EN AMÉRICA

Curada por Tatiana Cuevas, ex directora del MACG, la muestra “Siqueiros y los artistas americanos”, celebra al museo, pero a su vez se suma a las conmemoraciones por el 50 aniversario luctuoso de este muralista mexicano, en perspectiva con las “redes de intercambio y colaboración” con artistas de Bolivia, Argentina, Perú, Estados Unidos y Chile, en una narrativa cronológica.

“Lo que quisimos hacer fue mostrar los resultados de esas relaciones que Siqueiros estableció en todos los países donde estuvo viajando, generalmente en condición de exiliado. Pero una cosa importante es que nos podemos dar cuenta de que su trabajo era colaborativo”, explicó Tatiana Cuevas.

En 1923 Siqueiros tuvo una gran afinidad con artistas peruanos como José Sabogal, Julia Codesido y Camilo Blass, representante del indigenismo en su país, que deja por sentado que el interés de representar a integrantes de los pueblos originarios era afín en varias partes de América; en Argentina (1933) el pintor estableció relaciones con escritores como José Carlos Mariátegui, a quien retrató y es reflejo de los compromisos políticos entre países, y tuvo la oportunidad de pintar junto jóvenes artistas como Antonio Berni

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También se hace referencia a sus tres estadías en Estados Unidos, en Los Ángeles y Nueva York, donde realizó varios murales, que fueron documentados por medios de la época y donde tuvo la oportunidad de tener contacto con artistas como Jackson Pollock, de quien fue maestro; así como su estadía en Chile, en 1940 y 1953. En todas estas piezas destaca la representación de obreros y las luchas sociales.

HISTORIA ARQUITECTÓNICA

Finalmente, Marisol Argüelles, actual directora del MACG, señaló que además de estas exposiciones se sumará otra llamada “Proyectar un museo. Fondo Arq. Augusto H. Álvarez”, que mostrará la historia del edificio del MACG a través de bocetos, planos y otros documentos, el cual para este 50 aniversario recibió varias remodelaciones y trabajos de mantenimiento, así como rediseño de su distribución de espacios.

Próxima a suceder la mudanza de todos los museos pertenecientes al Instituto Nacional de Bellas Artes, a la Bodega Nacional de Arte en Chapultepec, las autoridades del MACG aseguraron que la colección fundacional del museo que sí fue recopilada por Carrillo Gil, quedará a resguardo del mismo museo, como habría sido voluntad del pediatra yucateco.