Detrás de los productos que se comercializan en el Pabellón Guanajuato en la Feria de León se encuentra el trabajo de artesanos que empeñan su esfuerzo en días de trabajo y cuidadosa labor de horas, así Juana Ramírez Laguna da lo mejor de sí con sus molcajetes “el molcajete ya viene siendo como una reliquia, te va a durar toda la vida, es un recuerdo para toda la vida” resalta.
Comonfort, Guanajuato, es un municipio que limita al norte con el municipio de San Miguel de Allende y al Sur con Celaya, es en esta localidad en donde Juana y su familia fabrican el tradicional molcajete con piedra del cerro.
Antes del amanecer Juana y su esposo salen rumbo a las colinas en Comonfort para buscar la materia prima de lo que después será un molcajete ”se escarba entre los montes, se busca la mina y se elige la piedra. No toda la piedra sirve, la piedra suave no sirve” dijo para El Sol de León.
El molcajete es un utensilio de origen prehispánico y para la familia de Juana es una labor de tradición que se hereda “desde siempre, toda la vida y a día de hoy lo trabajamos” destacó la artesana.
Cada pieza de molcajete que comercializa Juana y su familia es el fruto del trabajo de meses, una labor que se hace con sumo cuidado, pues “un mal golpe puede romper la pieza” recalcó Ramírez.
Juana Ramírez destaca que el trabajo que hacen los artesanos que elaboran el molcajete hoy empieza a ser mejor remunerado “es muy devaluado, no se valoriza lo que es el trabajo, por eso un tiempo fue mal pagado ahora me lo llevan para regalo de boda, de bautismos, para regalo de patrones, para restaurante y para hotel”.
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