Finalmente, el secretario de Hacienda salió a dar la cara. Lo hizo con entrevistas en medios y con sus comparecencias en el Congreso durante la última semana.
Era urgente, ante el vendaval de rumores sobre sus diferencias con colegas del gabinete, su permanencia en el cargo, y frente a un Paquete Económico para el próximo año que ha sido duramente criticado. Y su notoria ausencia, solo confirmaba a cada uno de sus críticos. Era deseable que, en plena turbulencia, el titular de las finanzas del país levantara la mano y saliera a defender su plan económico. No se esperaba menos.
Sin embargo, habrá que ser muy cautelosos. En la entrevista con N+, transmitida el martes pasado, Rogelio Ramírez de la O se ufanó de haberle metido reversa a la depreciación del peso frente al dólar y tranquilizado a los mercados. Le dijo a la periodista Danielle Dithurbide que “el tipo de cambio empezó a bajar cuando yo empecé con el discurso en el Congreso, en la Comisión de Hacienda hace unos días, allí comenzó a bajar. Entonces, lo que estamos recibiendo nosotros de retroalimentación de las corredurías… es que les tranquilizó mucho”.
Si vemos lo que ocurrió con el tipo de cambio ese martes, Ramírez de la O no mintió, aunque claramente exageró. Efectivamente, ese día el peso se depreció fuerte hasta tocar un máximo de 20.70 pesos por dólar, para cerrar la sesión con una paridad de 20.58, según reportó Bloomberg. Las razones de la depreciación del peso estuvieron asociadas con las advertencias de Standard & Poor’s sobre una potencial afectación a la nota soberana en caso de que empeore el nivel de deuda y de déficit fiscal, y por los nombramientos de Trump que avistan un endurecimiento de la postura frente a México.
Al día siguiente, miércoles 13, el peso se apreció ligeramente y cerró en 20.50 por dólar. Y en los días siguientes siguió revaluándose frente al dólar hasta tocar 20.11 precisamente el martes 19, el día de la entrevista. Pero a partir de allí, el peso volvió a depreciarse y ayer cerró en 20.27 pesos por dólar en una clara demostración que estamos en un periodo de alta volatilidad que no tiene visos de menguar, no por ahora.
Quiero pensar que el secretario de Hacienda buscaba adelantarse y darle tranquilidad a los mercados por la enorme expectativa que hubo sobre la presentación del Paquete Económico el viernes 15. De hecho, se pensaba que el peso podría depreciarse fuerte frente al dólar si el Paquete, en materia de déficit y de deuda, no satisfacía las expectativas de los inversionistas. No fue así. El peso no solo no se depreció, sino se revaluó temporalmente. Bien.
Sin embargo, el titular de Hacienda sabe que camina sobre brasas. Sus conversaciones con los analistas de las calificadoras en Nueva York no fue un paseo en primavera, todo lo contrario. Allá, los expertos se quejaron de la falta de explicaciones detalladas y convincentes sobre la ruta de consolidación fiscal de mediano plazo. De allí que Moody’s decidiera rebajar a negativa la perspectiva de la deuda soberana mexicana un día antes de la presentación del Paquete, en una clara demostración que no lo necesitaba para expresar su opinión. Y por si faltaba más, redujo su expectativa sobre el crecimiento económico del país para el próximo año. Ya pronto se expresará Standard & Poor’s.
Bienvenido el regreso del titular de Hacienda a la escena pública, pero más vale que se imponga el tono de prudencia en medio de la tormenta.
Colofón
Mala noticia que la Encuesta de Expectativas quede en manos de Citi y no de Banamex, producto de la separación de ambos negocios.
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