/ martes 16 de julio de 2024

El cuidado y seguridad física y emocional de la niñez y juventud deber ético de padres y educadores

El cuidado de la niñez y juventud representan un deber superior de sociedad y gobierno, en su sano desarrollo descansa la prosperidad y bienestar de la nación, no existe esfuerzo de crianza y educativo que sea suficiente, siempre habrá procesos de formación que perfeccionar y fortalecer, por lo tanto, es necesario evaluar el sistema educativo tanto formal como informal a fin de identificar, valorar el desarrollo individual y colectivo considerando como un referente importante a analizar, los índices de desarrollo humano alcanzados, así como los factores y variables que dificultan su evolución. Pedagogos y psicólogos coinciden en argumentar la importancia de la Educación temprana, ya que en ella descansa la estructura en que funciona nuestra personalidad.

Por otra parte, es oportuno abordar el tema de la sexualidad en relación al tema hoy expuesto.

Durante muchos años se pensó que la sexualidad aparecía en la adolescencia, vinculada al crecimiento y madurez biológica reproductiva. Empero, fueron las aportaciones de S. Freud las que dieron luz de la génesis de la sexualidad como un proceso diferenciado de la biología y vinculado al desarrollo de una vida singular: el psiquismo. La obra: "Tres ensayos para una teoria sexual" del autor citado, expone ampliamente el desarrollo de la sexualidad, la cual se manifiesta desde edades muy tempranas y no hasta la adolescencia como se venía creyendo.

Lo anterior fue motivo de debate y a la vez de censura a las obras de S. Freud a quien lo señalaban como un enemigo de la moral en su tiempo. El planteamiento inicial de la teoría psicoanalítica afirmaba que la sexualidad se instala a partir del momento en que el recién nacido experimenta placer al ser amamantado. Concebir al niño como un ser sexuado y no asexual, representó un concepto que generó una ruptura con creencias y mitos que se mantuvieron como válidas por siglos. Los planteamientos derivados de la teoría psicoanalítica, permiten apreciar la sexualidad como un proceso de desarrollo normal, inherente a nuestra condición humana, sin los juicios de valor o de una moral que pudiera definirla con una connotación pecaminosa.

La relación madre-hijo altamente trascendente para la sobrevivencia del niño, representa de igual manera una experiencia significativa en un mundo y realidad nuevos: la vida psíquica. Como podemos percibir, la sexualidad tiene un origen que se deriva de la satisfacción de una necesidad biológica, ello favorece las condiciones para el nacimiento del psiquismo, siendo la sexualidad un componente que acompaña el desarrollo psicológico infantil.

La sexualidad que se gesta desde la más temprana edad, está acompañada de un vínculo afectivo, amoroso, en la diada madre/hijo. La sexualidad instalada en el lactante a partir de una experiencia placentera al ser alimentado, se ve enriquecida por un vínculo que dejará huellas en la vida ulterior del niño: su capacidad de amar. Por ello señalo que la sexualidad y el vínculo amoroso han de estudiarse de manera conjunta y no como procesos diferenciados o disociadas uno del otro

Al considerar la sexualidad infantil como un proceso normal del desarrollo, ello significa que ¿los adultos deban de cuidarse de la sexualidad de los menores? Al respecto A. Freud responde de manera categórica, son los adultos quienes representan la mayor garantía y seguridad para la salud sexual y afectiva de la niñez y juventud, población que es vulnerada, violentada por conductas y estructuras distorsionadas de la sexualidad de los adultos.

Lamentable señalar el incremento de violación sexual a niños y jóvenes, más indignante aún es identificar que los agresores son personas vinculadas al cuidado y seguridad de los menores, personas cercanas al núcleo familiar.

En el sector educativo es deber ético y profesional de docentes, trabajadores administrativos y de apoyo velar por la protección integral de la niñez y juventud, haciendo un manejo saludable de nuestros afectos y sexualidad, subrayando la influencia formativa de nuestra vocación.

Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com

El cuidado de la niñez y juventud representan un deber superior de sociedad y gobierno, en su sano desarrollo descansa la prosperidad y bienestar de la nación, no existe esfuerzo de crianza y educativo que sea suficiente, siempre habrá procesos de formación que perfeccionar y fortalecer, por lo tanto, es necesario evaluar el sistema educativo tanto formal como informal a fin de identificar, valorar el desarrollo individual y colectivo considerando como un referente importante a analizar, los índices de desarrollo humano alcanzados, así como los factores y variables que dificultan su evolución. Pedagogos y psicólogos coinciden en argumentar la importancia de la Educación temprana, ya que en ella descansa la estructura en que funciona nuestra personalidad.

Por otra parte, es oportuno abordar el tema de la sexualidad en relación al tema hoy expuesto.

Durante muchos años se pensó que la sexualidad aparecía en la adolescencia, vinculada al crecimiento y madurez biológica reproductiva. Empero, fueron las aportaciones de S. Freud las que dieron luz de la génesis de la sexualidad como un proceso diferenciado de la biología y vinculado al desarrollo de una vida singular: el psiquismo. La obra: "Tres ensayos para una teoria sexual" del autor citado, expone ampliamente el desarrollo de la sexualidad, la cual se manifiesta desde edades muy tempranas y no hasta la adolescencia como se venía creyendo.

Lo anterior fue motivo de debate y a la vez de censura a las obras de S. Freud a quien lo señalaban como un enemigo de la moral en su tiempo. El planteamiento inicial de la teoría psicoanalítica afirmaba que la sexualidad se instala a partir del momento en que el recién nacido experimenta placer al ser amamantado. Concebir al niño como un ser sexuado y no asexual, representó un concepto que generó una ruptura con creencias y mitos que se mantuvieron como válidas por siglos. Los planteamientos derivados de la teoría psicoanalítica, permiten apreciar la sexualidad como un proceso de desarrollo normal, inherente a nuestra condición humana, sin los juicios de valor o de una moral que pudiera definirla con una connotación pecaminosa.

La relación madre-hijo altamente trascendente para la sobrevivencia del niño, representa de igual manera una experiencia significativa en un mundo y realidad nuevos: la vida psíquica. Como podemos percibir, la sexualidad tiene un origen que se deriva de la satisfacción de una necesidad biológica, ello favorece las condiciones para el nacimiento del psiquismo, siendo la sexualidad un componente que acompaña el desarrollo psicológico infantil.

La sexualidad que se gesta desde la más temprana edad, está acompañada de un vínculo afectivo, amoroso, en la diada madre/hijo. La sexualidad instalada en el lactante a partir de una experiencia placentera al ser alimentado, se ve enriquecida por un vínculo que dejará huellas en la vida ulterior del niño: su capacidad de amar. Por ello señalo que la sexualidad y el vínculo amoroso han de estudiarse de manera conjunta y no como procesos diferenciados o disociadas uno del otro

Al considerar la sexualidad infantil como un proceso normal del desarrollo, ello significa que ¿los adultos deban de cuidarse de la sexualidad de los menores? Al respecto A. Freud responde de manera categórica, son los adultos quienes representan la mayor garantía y seguridad para la salud sexual y afectiva de la niñez y juventud, población que es vulnerada, violentada por conductas y estructuras distorsionadas de la sexualidad de los adultos.

Lamentable señalar el incremento de violación sexual a niños y jóvenes, más indignante aún es identificar que los agresores son personas vinculadas al cuidado y seguridad de los menores, personas cercanas al núcleo familiar.

En el sector educativo es deber ético y profesional de docentes, trabajadores administrativos y de apoyo velar por la protección integral de la niñez y juventud, haciendo un manejo saludable de nuestros afectos y sexualidad, subrayando la influencia formativa de nuestra vocación.

Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en temas relacionados a la salud emocional zavalafranciscoramirez@gmail.com